domingo, 29 de septiembre de 2013

SUSTENPASS, MARAVILLA DE LOS ALPES SUIZOS.

Como hoy no hubo salida por el mal tiempo, aprovecho para colgar la crónica de mi primera y única incursión a los Alpes Suizos, una maravillosa experiencia ciclista en la que disfruté de lo lindo. Me consta que nos siguen algunos amantes de la fotografía, por lo que espero que disfruten ante esta borrachera de paisajes inolvidables. Pero antes permitidme un breve comentario de la actualidad deportiva española y mundial.
Acabo de ver el final del mundial de ciclismo, en el que las medallas de plata y bronce conseguidas por Purito y Valverde me han sabido a poco ante las grandísimas posibilidades que teníamos de conseguir el oro. La plata, merecidísima, pero amarga para Purito, que tan cerca estuvo de conseguir el máximo galardón. Que te lo arrebaten en la misma línea de meta es muy doloroso, y más tras el gran esfuerzo realizado. Purito es un campeón, y me ha dado mucha pena verle llorar. Este hombre ha perdido muchas carreras importantes que tenía casi ganadas y se merece alcanzar la gloria. No se le va a presentar otra oportunidad tan clara de ser campeón del mundo. Pero lo de Valverde no tiene perdón. ¿Por qué no ha seguido la rueda de Rui Costa? ¿Acaso esperaba que Níbali le pusiera tras ella? Un fallo de principiante. Él era el más fuerte del cuarteto en una llegada en grupo. Con haber seguido al portugués hubieramos sido campeones del mundo. Tácticamente, Valverde suele cometer muchos fallos, y a las pruebas me remito: en el Tour perdió el podio por no cambiar la bici a un compañero en la célebre etapa de los abanicos. Y no digamos en el descenso de Monachil con el chubasquero, cuando Vinokurov le ganó la Vuelta. También podríamos debatir si Purito debió atacar por segunda vez o no. Lo de llegar en grupo estaba asegurado, por lo que creo que hizo bien en jugar su baza para ser campeón. El error fue de Valverde. ¿O le fallaron las fuerzas?

Del partido de anoche solo decir que pronto veo a Ancelotti sin ideas. Enhorabuena, atléticos.


EN EL RECUERDO: SUSTENPASS (Suiza, 5ª etapa viaje Alpes).


La etapa del Galibier, todo el día lejos de la familia, trajo consigo un enfado monumental de mi mujer y mis hijas por no estar con ellas. Y no les faltaba razón. Por ello, a partir de ese día me dediqué de lleno a ellas. Durante cuatro días visitamos algunas ciudades de especial belleza:

Annecy, con ambiente Tour por todas partes, con la crono Annecy-Annecy en breve:



Fribourg, ya en Suiza:



Gruyére, con idílicos paisajes heidianos:




Lausanne:



Bern:



Luzern:



E Interlaken:



El quinto día les pedí una tregua para hacer Sustenpass-Furkapass-Grimselpass. Me la concedieron.

DIA 19-07-2009:     SUSTENPASS-GRIMSELPASS.




Antes de empezar la ruta acerqué a mi familia a Interlaken. Ellas habían programado una serie de actividades en la localidad alpina. Por ello, de nuevo salí tarde y me vi maniatado. Como veréis en el perfil, salí casi a las 12 de la mañana. Imperdonable si quería hacer la ruta circular Susten-Furka-Grimsel. Pensé que no me daría tiempo más que a coronar el Susten, bajarlo y subir parte del Grimsel. Escaso botín. Aun así, salí esperanzado de disfrutar de un buen día de ciclismo. En el acercamiento a Meiringen pude disfrutar de saltos de agua de especial belleza:



Aparqué en las afueras de Meiringen y me dispuse a partir:



En esta foto se puede apreciar la montaña que divide los dos valles. El del Sustenpass a la izquierda y el del Grimsel a la derecha:



Y este es el cruce donde no hay pérdida posible, en la localidad de Innertkirchen:



Primeras rampas del Susten y primeras imágenes de lo que se presiente otro paraíso ciclista:



Si mirabas a la derecha veías esto:



Y esto es lo que dejabas detrás:



Los túneles, aunque fueran cortos, bien iluminados:



Quisiera poner todas las fotos, pero debéis conformaros con estas de los primeros kms, suaves y tranquilos:





Con chorros de agua continuos cayendo a borbotones montaña abajo:



Creedme, no sé qué decir, que hable la cámara:






La majestuosidad de estas montañas está fuera de toda duda:



El valle se cerraba y la carretera comenzó a adentrarse en una zona con varias herraduras, ganando altura con rapidez:



Una obra de ingeniería perfecta para salvar los innumerables obstáculos a sortear:






El agua se empeñaba en ser protagonista constantemente:



Y el valle iba quedando a nuestros pies...




... herradura tras herradura:



Por estos lugares puedes encontrar fuentes de lo más original. Seguro que pocos habrán encontrado una como esta:




¡¡Cómo no va a haber fuentes a troche y moche!!:



Por esta zona pinché, y en la herradura del fondo reparé. No hay mal que por bien no venga. Pude recrearme con las maravillosas vistas:





En aquella herradura reparé el pinchazo. Si pinchas por el sur de Madrid, a las 12:00, con 35º, en mitad de un secarral, igualito que en el Susten:



Y seguía el concierto acuoso:





Una sucesión de túneles horadaban la montaña como si de hormigueros se tratase:




Los túneles van quedando atrás:



Y entraba en la parte final del puerto; la más espectacular:




Con saltos de agua inverosímiles:



Esta imagen hace justicia al tremendo desnivel de la parte final:



Y de nuevo el anterior salto de agua, de gran belleza:




Los túneles antes mencionados, vistos desde arriba:



Y otra vez el salto de agua anterior:






Los glaciares y nieves perpetuas, impávidos en pleno julio:




Una vista general de esta parte final, un marco natural increíble:




Ya era mío. Coronaba sin frío, pero llevaba tiempo viendo descender ciclistas con guantes de invierno, culote largo y maillot de invierno. ¿Tendría yo bastante con un simple chubasquero?:




El puerto, en su cima, atraviesa un túnel para comunicarse con el valle de Wassen:



Este es el valle de la vertiente de Wassen:




Desde el que se ve esta notable morrena terminal de un glaciar:



En el descenso del Susten me comí un bocata así de feliz:



Satisfecho, emprendí una divertido descenso, porque el puerto se presta a disfrutar en el mismo:



Y aun me detuve a sacar imágenes tan bellas como esta:



Una vez en Innertkirchen, tomé la dirección del Grimselpass, pero dejo su reportaje para otra ocasión. No pensaba meter tantas fotos del Susten y ya véis.

El Sustenpass es uno de los puertos más bellos que he ascendido en bici. Os aseguro que el esfuerzo para coronar un coloso como este, es mínimo. El paisaje es un analgésico brutal.