Participantes, 8:
Sanda, Gregor, Puerma, Antonio, Ray, Juanma, Fernando y Gorgonio.
Mañana fresca, tirando a fría. Mucho valiente de corto a pesar de los 8º que había. Nos estábamos acostumbrando a una temperatura que no era normal en esta época. Al final de la salida 14º. Y lo peor el fuerte viento de poniente que nos iba a dificultar el regreso.
Marcheta tranquila hasta la cuesta de Villaconejos. Poco antes, Ray escapa pillando a Puerma echando un pis. Se las sabe todas Ray.
Como vemos, el día un poco desapacible, por lo que algunos salieron de largo. Valle del Tajuña.
Ray va por delante y le seguimos Juanma y yo a unos 100 metros. Por detrás se ve venir a Fernando y algo más lejos vienen Puerma y Antonio a ritmo de caza.
Puerma y Antonio nos alcanzan y Juanma se va con ellos. Fernando, a su vez, conecta conmigo.
Tras coronar, los primeros vuelven en busca de los hermanos Minaya, que se rezagaron un poco.
Reagrupados bajamos el Balcón del Tajo y me la juego haciendo esta foto, por el viento de costado que entraba por la derecha. Al fondo, la carretera de las huertas en el valle del Tajo.
Ahí los tenéis. Qué alegría verles así de contentos. En este momento íbamos hablando de Eduardo, al que tanto le gusta esta carretera. Se te echa de menos, amigo. Los compañeros me devuelven los recuerdos para ti.
Preciosa estampa. Hacemos juego con la primavera. A estas alturas, Ray se ha vuelto a escapar. Puerma ha salido a por él, pero un poco tarde. Los demás, tranquilos.
Una de mis fotos preferidas. Tengo pasión por la imagen del Castillo de Oreja, bastión árabe que cumplió funciones de vigilancia durante la Edad Media, cuando la frontera cristiano-musulmana estaba en el Tajo.
Gregorio andaba quisquilloso y lanzó un ataque de fogueo, simulando una llegada a una meta imaginaria. Me alegro por su vuelta. Ray y Puerma por delante. En la grupeta, calma chicha.
Pero a continuación salté yo con ganas de dar guerra. Y mi grata sorpresa fue ver a Gregor a mi rueda. Los dos nos aplicamos en acortar distancias con Puerma, al que veíamos a lo lejos, dándonos medidos relevos.
Gregor en pleno relevo. Me alegra mucho verte en forma, compañero, como antaño. que sea por mucho tiempo. Bonita tu estampa por las huertas. Eduardo, ¿qué te parece?
Mirando para atrás no vimos movimiento de los demás. Pero de pronto vemos una silueta oscura. ¿Fernando? Coño, qué rapido lo tenemos ahí. Nos pasa cerca del puente de Villarrubia y resulta que era Ray, que se había escondido el muy truhán. Ahí le veis llegando al comienzo del puerto de Colmenar.
Ray alcanza a Puerma, que subía tranquilo, mientras yo animo a Gregor a no dejarnos alcanzar así como así por los de atrás.
Pero Gregor se queda y yo me aplico en vender cara mi caza. Estamos en el primer km, el más duro, con un 9% de media. Bajando este tramo alcancé yo la velocidad mayor de mi vida en bici: 88,9 km/h, con viento a favor.
Al meterme entre los pinos observo que están cazando a Gregor. Lo doy todo para que tarden en pillarme. Vienen Antonio y Juanma a por mí. Pero Juanma peta, como se ve en la foto y es Antonio el que termina alcanzándome a 1 km de la cima...cachis.
Momento en el que me pasa.
Puerma y Ray han bajado en busca de las unidades traseras. Yo me vuelvo también y comento con Juanma lo que le he hecho sufrir jijijijiji.
Paro y fotografío a los demás llegando. Gregor.
Fernando.
Y la motorizada escoltando a Sanda.
Tras la parada de Colmenar de Oreja (primera foto), salimos hacia Chinchón y nos cruzamos con esta grupeta, momento que inmortalizo. Ya nos contará Antonio qué les dijo.
Bajando Los Molinos nos adelantamos Antonio, Ray, Fernando y yo. Como hacemos hueco, en los repechos intermedios subo el ritmo para escaparnos definitivamente, jajaja. Pero Antonio y Ray suben un puntito y cerca de coronar el segundo repecho me quedo, y Fernando conmigo. En la imagen se ve a Ray delante del coche queriendo coger a Antonio, que va como un cohete.
No hemos podido alcanzarles, a pesar de bajar muy fuertes. Ahí están, por la vega del Tajuña.
Esperamos en el cruce de la gasolinera y reagrupados empieza la clase de relevos del profesor Ray. Armoniosos relevos que dábamos los ocho, sin que nadie se escaqueara, con viento frontal, manteniendo 30-32 km/h.
Momento en el que culmino uno de mis relevos, con Ray detrás indicándome que ya debo apartarme a la derecha. Señor, sí señor.
La verdad es que nos entendimos muy bien y nadie se quedó. Esto hizo que llegáramos muy pronto a Valdemoro.
Estos fueron mis gentiles compañeros de escalada en Ciempozuelos: Antonio, Juanma y Puerma, que subieron a ritmo humano, jeje.
Aquí me tenéis, foto que agradezco a Antonio.
Y el furgón de cola que recogieron Ray y Puerma como siempre. Abnegada labor de ayuda la que realizan siempre: plas, plas, plas.
Reagrupados llegamos a la rotonda de la gasolinera, donde Fernando marchó para casa.
Tras el repecho de Rompecubas, en la recta del vivero de plantas, bajé piñones esperando el ataque de Sanda. Pero mejor soltar el primer zurriagazo. Salté con to metío, frente al viento, sin mirar atrás. Llegando miré y vi a Sanda a 20 metros dando chepazos y Ray echándole la bronca por no prepararse antes, jajaja.
Llegábamos a las 12:30, con 86 kms y 27,2 de media en mi aparato. Y eso fue todo.
A ver ahora qué opinan los demás.
PRÓXIMA SALIDA:
DIA 27/4/2014 RUTA A MORATA Y ARGANDA
SALIDA: 9h.
KMS:
86
DESNIVEL:
707 m
PARADA:
ARGANDA
RECORRIDO:
VALDEMORO 0
CIEMPOZUELOS 8
TITULCIA 14
MORATA
DE TAJUÑA 30
PICO DEL ÁGUILA 33
CUESTA DE LA RESIDENCIA 39
ARGANDA
42
CRUCE
DE LA RADIO 51
CUESTA DE LA RADIO 55
SAN
MARTÍN DE LA VEGA 67
CUESTA DE LA YESERA 71
CRUCE
DE PINTO 79
VALDEMORO 86
Hola muchachos, que envidia me dais viendo estas fotos, parece que disfrutasteis, yo por mi parte no pude salir, el sabado estuve haciendo senderismo en la sierra y tuve una pequeña torcedura en un pie, el domingo me levante pero tenia un poco de dolor en el pie y decidi quedarme en casa por precaucion, lo malo es que este domingo tampoco podre salir ya que voy a una marcha de MTB a Sonseca, el otro dia me entere que tambien Julian va , espero pasarlo bien y sobre todo no caerme, jijiji.
ResponderEliminarBueno pues nada mas, que lo paseis bien el domingo.
Saludos.
Desde la Zaga 20/04/14
ResponderEliminarDespertador a las 8. Me acosté tarde y me cuesta un mundo levantarme. Tentado estoy de seguir en la piltra... Pero no pienso perderme una salida sin motivo justificado. No tengo muchas ocasiones de sacar la flaca. Arriba, desayuno, me visto de corto y al encuentro. Cuando bajo a la calle, veo que he sido muy optimista con el clima. Tengo frío, pero ya no hay tiempo. Esperando al grupo, llega Rai y me dice que en El Astronauta no hay nadie (??). Bajamos para cercionarnos y nos cruzamos con los Minaya. Confirman que no hay nadie más. Bueno, somos cuatro... Tranquilicos y ya está... Por el camino, aparecen Juanma y Puerma, que habían salido antes. Poco después, alcanzamos al Redactor Jefe y al pequeño de los Manquillo. El grupo es de 8 unidades. Más que suficiente.
Bajamos Ciempozuelos tranquilos. Sin alcanzar mucha velocidad para no quedarnos "pajarito". Tomamos rumbo a Villaconejos. Buena marcheta. El viento sopla fuerte en la espalda y rodamos a 35-37 sin coger pedal prácticamente. Luego habrá que pagar... Llegando a la rotonda del Puente Viejo, Puerma demarra fuerte. Pero sólo quiere adelantarse unos metros para vaciar tanques. Pasamos a su lado. Paro y me quedo con él. Los demás continúan. Entre gota va, gota cuelga, me la guardo y monto, nos han cogido un par de minutos. Reiniciamos la marcha. Pronto aparecen en la lejanía. El viento sigue ayudando y recortamos rápido. Alcanzamos a los Minaya y los rebasamos. Un par de minutos después, cogemos al terceto formado por Gorgonio, Fernando y Juanma. Pienso que nos vamos a quedar aquí, pero veo que Puerma no tiene intención. Los pasamos rápido y continuamos la subida. Juanma salta del grupo y se une. Aparece también Rai, pero no sé por dónde. El jodío se esconde cuando va por delante y luego te pasa. Claro, te quedas con cara de lelo haciendo cábalas mentales. El Loco se pone al frente y tensa: "¡Raimundoooo! ¡No aprietes más que me sueltaaaaaaaas!". Rai me escucha y sostiene el ritmo. Vamos ligeritos, pero aguanto bien hasta arriba. Llegamos los cuatro juntos a Villaconejos. Damos la vuelta a por los demás compañeros.
Cruzamos la avenida principal del pueblo y lanzamos el descenso hacia el Balcón del Tajo. El viento entra ahora fuerte de costado y hay que sujetar bien la dirección para evitar situaciones comprometidas. Gorgonio me contará abajo que ha tenido un pequeño susto al soltar de una mano el manillar para tirar una foto. Cuidado, Jefe...
Como el domingo pasado, volvemos a transitar por esta bonita pista agrícola que nos llevará a Colmenar, esta vez por el Puente de Villarrubia. Al cambiar de dirección, el viento vuelve a ser favorable. ¡Qué gustito da rodar así...! Por delante salta El Loco. En pocos minutos, le perdemos de vista. Cuando se le pela el cable, no hay quién lo sujete... Puerma también se marcha. Ni me muevo de aquí. Este tramo del recorrido es para disfrutar. De los ocho que somos hoy, dos van por delante. En el grupo vamos charlando mientras El Jefe hace fotos. A los pocos km de transitar por esta carretera, nos adelanta un ciclista: "¡Vamos, chavales!" Es El Loco Rai. Cara de lelo otra vez, hasta que me doy cuenta de que se ha vuelto a esconder para salir detrás de nosotros. Vuelve a poner la directa y se larga a por Puerma, al que alcanza antes de empezar a subir. Lo que digo: como las maracas de Machín...
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ResponderEliminarEn nuestro grupo, se anima Gregor. Salta. Ataque globero, pienso. Pero no cede y va cogiendo metros. Gorgonio se marcha a por él. Enlaza y se van. Nos quedamos cuatro (Juanma, Fernando, Sanda y yo) sin alterar ni una pizca el ritmo maravillosamente tranquilón que llevamos.
Completamos el tramo y encaramos la subida. No se ve a nadie por delante. Nos han sacado una buena distancia. Me sitúo en paralelo con Juanma para intentar subir con él. Por detrás, Sanda aminora la marcha para marcar su propio ritmo. Manquillo le acompaña. El primer kilómetro y medio de ascensión es el más duro, tanto por desnivel como por la rugosidad del piso que hace que la rueda se agarre más de lo normal. En este primer tramo, Juanma me exige. No voy mal, pero no me sobra nada. Sin embargo, en cuanto la pendiente suaviza un poco y el piso cambia, voy encontrando mi golpe de pedal. Bajo una corona de vez en cuando para ponerme de pie. La vuelvo a subir y me siento. Ascendemos a buena velocidad. 19-21 todo el rato. Divisamos dos figuras a lo lejos separadas por una centena de metros entre sí. Gregorio detrás y Gorgonio delante. Juanma y yo mantenemos el ritmo. Queda tiempo para darles caza. A Gregorio lo cogemos pronto. "¡Vamos Gregor, coge ruedaaaa!" -le grito cuando nos ponemos a su altura. "¡Siiiiii... Me voy a coger, pero a la valla!” -me contesta. ¡JaJaJaJa! No puedo evitar echarme una risa y desperdiciar un poco de fuelle, pero el comentario lo merecía... Gorgonio se ha dado cuenta de nuestra presencia y echa el resto. No quiere ser neutralizado. Lo siento amigo. Hoy me siento muy bien. Tenso un poco, ya que no queda mucho. Calculo que kilómetro y medio como mucho. Juanma cede unos metros. Aflojo un poco. Ya que hemos venido juntos, tenemos que cogerle juntos... Hay un pequeño descanso de unos cincuenta metros donde Juanma puede recuperarse. Vuelve a coger rueda. Pero el tiempo se acaba y Gorgonio va poniendo todo lo que tiene. Se le ve en el pedaleo. Todavía saca cerca de un minuto. Vuelvo a tensar y Juanma vuelve a ceder. "¡Ve a por él, Antoñito!" -me dice. Juanma no va hoy fino. El domingo pasado en la subida por La Presa (creo que es algo más dura que esta), me llevó con el gancho desde abajo hasta arriba. Juanma se suelta y me voy a por Gorgo. Subo el ritmo. En pocos metros aumento la velocidad en 2-3 kms por hora y la mantengo ahí. Le recorto la ventaja que lleva con rapidez. Cuando ve que ya está cazado, se relaja, saca la cámara y me tira una foto. ¡Esa me la guardo!
Corono y avanzo unos metros antes de dar la vuelta para reunirme con los compañeros. Una vez agrupados, juntitos hasta la parada en Colmenar. Allí, lo de siempre: comida, bebida y cachondeito. Incluso se perfila una posible salida a Los Lagos de Covadonga a la que me haría mucha ilusión acudir. A ver...
Al reanudar la marcha, pendiente del Jefe. Hoy no te escapas. Aunque creo que después del esfuerzo en la subida y del viento en contra que nos acompañará a casa, hay que ser muy osado para demarrar...
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ResponderEliminarLlegada a Chinchón, y en la bajada por Los Molinos, Rai se lanza. Lo esperaba, así que me voy a por su rueda. También se cogen Manquillo y Gorgonio. Circulamos rápido, pero el viento molesta. Entra ligeramente de costado y desestabiliza bastante. Gorgonio sube el ritmo en el falso llano antes del repecho que hay en medio de la bajada. Le cojo rueda y en la ligera subida, sin que tenga tiempo de recuperarse, aprieto fuerte. Me voy unos metros y comienzo la segunda parte de la bajada con algo de ventaja. Sin mirar atrás, sé que Rai viene. El Loco no me deja que me vaya. Seguro. Mientras tengo este pensamiento, veo su rueda por mi izquierda. ¡A apretar el culo, que verás ahora...! Rai traza las tres o cuatro curvas que hay hasta abajo a "tumba abierta". A mi me da algo de "yuyu" y cojo más frenos que él. Se me va unos metros que luego me cuesta recuperar. Rai baja de miedo. Pero llegamos juntos al llano. Llevamos ventaja suficiente para tirar fuerte y que les cueste un mundo cogernos. Pero con este viento, no creo que entre nadie al trapo..."¿Qué hacemos Loco? ¿Tiramos, o esperamos?" -pregunto. Decidimos esperar.
Cuando estamos todos juntos de nuevo, carretera de Morata hacia Titulcia. Tiramos a turnos entre Rai, Puerma, Juanma y yo. El viento es fuerte de cara y cuesta mantener la velocidad. Puerma comenta que entre los 8, a relevos cortos y bien organizados, andaríamos rápido y sin mucho esfuerzo. Dicho y hecho. Nos cuesta un poquito poner orden ya que parece que el viento entra cada vez de un lado, pero cuando le cogemos el rollo, circulamos rápido y bien. Venimos todos juntos desde Morata hasta Ciempozuelos sin bajar casi nunca de 30 por hora. Entramos todos. Cada uno en su turno y con la arenga constante de Rai dando ánimos. Eres un fenómeno, Loco. Pura energía.
Llegamos a la última de la jornada. Subiremos en dos grupos. Puerma, Juanma, Gorgonio y yo por un lado y Sanda, Gregor, Rai y Manquillo por otro. Pero no hay guerra. En el cuarteto que yo voy, el ritmo lo pone Puerma. Es muy sostenido y agradable. 17-18. No hay tirones ni demarrajes. Llegamos arriba, y tras unos instantes, Pelotón Groupé en la gasolinera.
Hasta Valdemoro, ritmo tranquilo. Sólo queda ver a los Sprinters disputarse el Trofeo de la Glorieta. Sanda va atento. Gorgo preparado. Sanda con corona pequeña esperando el demarraje. Hay que coger rueda y dejar al que encabece que se queme para luego atizarle. Así lo entiende y lo intenta Sandalio. Pero Gorgo sale fuerte. Sanda aguanta rueda, pero en cuanto le entran dos metros de viento, se acabó el Sprint. Somos como niños... Jejeje.
Buena salida. Fresquito al principio, pero el paso de los kilómetros, el tiempo mejoró. Sólo molestó el viento, pero nos sirvió de diversión en el regreso intentando doblegarlo.
Y como prometí, Tercio-Tapa, Tercio-Tapa, Tercio-Tapa. Que me lo he ganao...
Y así es como yo lo viví... Desde la Zaga.
Bonita crónica, Gorgo. Por cierto, en la foto que me congelaste señalando a una grupeta que venía de Chinchón, les comentaba: ¡Qué agustito venís con el viento de culo, eh! Vocear por el gusto de hacerlo, vamos...
ResponderEliminarBuenas noches.
ResponderEliminarAntes de nada, desear que José Vicente se recupere de su "metedura de pata", ¡perdón!, torcedura de pie, jajaja. José Vicente, me imagino que no habrá sido casi nada, si estás pensando en ir el domingo a Sonseca a participar en una marcha de MTB. Lo dicho, me alegro de que no haya sido casi nada.
Por lo que respecta a la salida, Juanma y yo salíamos a las 8:10, con algo más que fresquito. Mientras que Juanma iba con culote corto, (luego habría otros atrevidos que también harían la etapa de corto) yo lo hacía con mallas, para paliar las bajas temperaturas. Hicimos el recorrido de siempre, cuando salimos un poco antes, Circunvalación del hospital, San Martín, Ciempozuelos y Valdemoro, donde a la altura del vivero, nos juntaríamos con el resto de la expedición. Con ritmo tranquilo y viento a favor, llegaríamos al desvío hacía Villaconejos donde paré para miccionar una "mijilla". Se quedó Antonio conmigo (no ser mal pensados). Tras la evacuación de aguas menores, continuamos y al inicio de la subida alcanzábamos a la grupeta. Les pasamos uniéndosenos Juanma, y apareciendo poco después Raí, tras hacer su primera "escondida" del día. Coronada la subida, volvimos en busca de los que se habían quedado un poco rezagados, para continuar hacia Villaconejos. Tras el paso por este, acometimos el descenso del Balcón del Tajo, donde el viento empezaba ya a darnos de costado, con susto incluido de Gorgonio al efectuar una foto en pleno desdecenso, ¡ciudadín, cuidadín! Tras el cruce de la carretera de Aranjuez, y con un viento que empezaba a sernos favorable, Raí pone pies en polvorosa y se marcha. Yo, sin incrementar mucho el ritmo, voy haciendo hueco con respecto al grupo, y es que no llevaban mucha gana de entrar en batallas. Como digo, poco a poco se iba incrementando el hueco y con Raí a unos cuatrocientos metros. Tras la primera curva a izquierdas, y ya con un viento totalmente a favor, Rai desaparece. Segunda "escondida" del día. Continúo mi marcheta, sabiendo que pronto aparecerá. De cuando en cuando voy mirando para atrás, pero no se ve a nadie, ni rastro de Raí, ni del grupo, ¿...?. Llegando al puente de Villarrubia, dudo si volverme en busca de los demás, o continuar, finalmente tomo esta opción y continúo despacio, al comprobar cuando llevo unos quinientos metros de subida, que Raí viene por detrás. Le espero y continuamos la ascensión juntos, en buena armonía. Al final de la subida, Rai aflojaría un poquito el ritmo para mantenernos juntos. ¡Que fuerte estás, bribón! Tras coronar, volveríamos para acompañar a los que venían por detrás, con Gorgonio, Juanma y Antonio con su pique particular. Llagada a Colmenar, refrigerio y a continuar. Aquí ya empezaría el viento en contra a hacernos notar su presencia. En la bajada de Chinchón se fueron por delante Antonio, Fernando, Gorgonio y Raí, quedándonos en un segundo grupo Gregorio, Sanda, Juanma y yo. Reagrupamiento en la gasolinera de Morata y a partir de aquí, y ya hasta Valdemoro, tendríamos el viento de cara. Propongo ir todos a relevos y parece que hay "quorum", pero salta Gorgonio y me voy a por él, para hacer labor de "vigilancia", y reintegrarlo otra vez a la disciplina del grupo. Tras este intento, empezamos ha realizar los relevos, si bien al principio había un poco de desorganización, hay que reconocer que la final nos salió bastante bien, con Sanda y Gregorio, sin escatimar esfuerzos, y entrando también en la rueda de relevos. "Chapeau" para ellos. Así llegaríamos a Ciempozuelos, realizando la subida, esta vez sí, con un "pacto de caballeros", quedándose únicamente algo descolgados, "The Minaya Brothers". Nuevo reagrupamiento y así, juntitos, hasta el último sprint, que se disputaron Gorgonio y Sanda, con un Raí dando instrucciones a este último, sin que le sirviesen para hacerse con la victoria.
Y así, o parecido es como transcurrió la etapa.
Saludos.
Buena crónica, amigo Puerma. ¿No te percataste en ningún momento que dos unidades te seguían a unos 400 ó 500 metros? Llegamos a recortarte algo, pero a medio pistón te basta para mantener distancias.
ResponderEliminar"The Minaya Brothers" se portaron como jabatos, especialmente Gregor, que va recuperando su antiguo nivel, de lo que me alegro. A ver si escribe unas líneas y nos lo cuenta. A Sanda le tengo muy "vigilado" en las llegadas a Valdemoro. A ver si con las instrucciones de Rayminguez prospera, jaja.
Ayer, como ya saben algunos, salí con Manuel Ochoa y dos compañeros de Altimetrías de Madrid. Nos subimos El Burro, El Palomo, Las Liebres, la Urbanización Vallrgrande de Seseña y La Yesera. Salieron 77 kms y 664 metros de desnivel, con viento de cara desde la Yesera a Valdemoro. Lo pasamos bien.