Ciclistas de Valdemoro: RUTAS EN ORENSE: O CERENGO Y CABEZA DE MANZANEDA

Ante la inactividad del pasado fin de semana por causas meteorológicas, aprovecho para publicar la segunda jornada en Orense con mis amigos segovianos, un rutón que nos hizo llegar de vuelta al hotel casi de noche. Espero que os guste.

DÍA 5-10-2017: CIMAS O CERENGO Y CABEZA DE MANZANEDA

Grandísima etapa de montaña, con un recorrido muy duro en el que apenas hay descansos, si exceptuamos los descensos. O Cerengo es un puerto durísimo en sus primeros kms, con carretera estrecha y zonas hormigonadas de pronunciada pendiente al paso por Navea, que alcanza el 21% en puntos concretos. Poco a poco cede la dificultad y se hace más llevadero, hasta su rampa final al 16%, donde vuelve a enseñar los dientes. Siempre es desmotivador descender por el mismo sitio, pero era necesario para comenzar Cabeza de Manzaneda desde su base, además de no irnos a una distancia excesiva. Una ventaja sí que tuvo volver por el mismo sitio, la de disfrutar de la belleza del valle que acabábamos de ascender. Sin nada de llano, en el mismo puente comienza el ascenso a Cabeza de Manzaneda por su vertiente de Pobla de Trives, todo un Hors Catégorie con su máxima dificultad al principio y al final. Si bien la vertiente de Manzaneda es más dura, sus más de 1400 metros de desnivel le convierten en un puerto en el que conservar fuerzas para coronar se convierte en un objetivo prioritario. La sorpresa fue el Alto de Hermida, al final del recorrido, un modesto tercera que nos pareció otro primera por las escasas fuerzas que nos quedaban. La comida de Pobla de Trives, un potaje de garbanzos de primer plato, riquísimo, por cierto, fue fundamental para acabar este duro recorrido. Se nos fue el tiempo y llegamos a A Rúa con las luces encendidas, pero mereció la pena.

A las 9:00 estamos preparados en la puerta de hotel para comenzar la jornada reina de nuestra estancia en la comarca de Valdeorras. Caras sonrientes ignorantes de lo que nos esperaba:

Nos acercamos a Montefurado por el valle del Sil, calentando y disfrutando del escaso llaneo que tendrá esta etapa:

A la altura de Montefurado aparece el túnel. Hemos de desviarnos a la derecha para tomar una carretera que pasará por encima del túnel:

Dura rampa del 12% la que se debe superar para sortear el túnel. Montefurado y el Sil a nuestra izquierda:

Tras un corto descenso y algo de llaneo alcanzamos la presa de Montefurado que embalsa las aguas del río Bibei y su súbdito el Navea, poco antes de entregar su caudal al Sil:

Cruzamos la presa y pasamos por la aldea de Casares. Las vistas sobre el embalse son muy bonitas. La montaña del fondo es la que se asciende en los primeros kms de Cabeza de Manzaneda (se distingue la carretera):

Sin tráfico, con el sonido y el olor de la naturaleza por doquier, el pedaleo se convierte en un placer privilegiado:

Casi sin enterarnos alcanzamos el puente sobre el Navea, en el que comienzan dos cimas: Cabeza de Manzaneda...

... y O Cerengo:

Comenzamos la ascensión de O Cerengo e inmediatamente, el profundo barranco que se abre a nuestra izquierda, sin quitamiedos, inquieta y asusta a Julio, que padece de vértigo, y ante la carretera tan estrecha decide darse la vuelta. Mientras ascendemos y regresamos Fausto y yo, Julio subirá a Pobla de Trives y volverá a bajar a nuestro encuentro. Fausto me acompaña y se lo agradezco mucho:

Ganamos altura muy rápido tras algunas herraduras y rampas al 15%:

Ya tenemos a nuestro alcance la aldea de Navea. Sabemos que allí nos espera una rampa de cemento del 20%. A por ella:

Navea y el comienzo de la rampita al fondo:

Subo sin problemas hasta llegar a una curva a derechas en la que me topo con un 21% y la poca inercia que llevo me hace echar pie a tierra. Fausto, en cambio, aguanta y sube de pie sin problemas:

Este es el punto del 21% en el que me bajé:

Hemos pasado el pueblo y ya pedaleamos sobre las casas:

La carretera mejora tras el pueblo notablemente, pero las rampas de dos dígitos se suceden una tras otra sin descanso, como ésta al 15%:

El puerto va saliendo del encajonamiento del valle y las vistas son impresionantes:

Poco a poco entramos en otra dimensión. La pendiente ha aflojado, pero se mantiene en un 7-10% que no permite descanso:

Un chucho nos acompaña durante un buen rato de forma amistosa, hasta que llegamos a otro 10% y decide dejarnos, que ya está bien, jaja:

Tras Valdonedo alcanzamos un cruce a la derecha que nos mete en una dura rampa en la que los mosquitos y moscas también deciden acompañarnos. La lenta ascensión del 12% de esta zona y el sudor, son un buen caldo de cultivo para que los molestos insectos se peguen a nosotros. Me acuerdo de Pelliceira, en Asturias, otro lugar donde el brazo en modo parabrisas no paraba de espantar bichos. Pasada la aldea de Pacios de San Xurxo, los cruces se siguen sucediendo. Es una ascensión para estudiar bien en el mapa, o llevar GPS programado, so pena de hacerte un lío. Ya se ve el final de la subida:

Nuevo cruce y salida a la carretera que viene de San Xoán de Río, mucho mejor:

Pequeño descenso hasta el cruce del fondo en el que comienza el tramo final:

Exigente el final hasta la cantera del fondo...

...con esta rampita final al 16%:

Cima y Cabeza de Manzaneda en el horizonte, hasta donde hemos de subir después:

A falta de cartel...

En el descenso saco esta foto de la zona de mosquitos antes mencionada:

Como dije al principio, es ahora, en el descenso, cuando disfrutamos del marco incomparable de este cima orensano:

En esta foto se aprecia Navea y la primera parte de la ascensión:

La rampita del 21%. Fausto decide bajar andando y por la hierba, para no resbalarse. Tiene mucho respeto a los descensos:

Ahí le tenemos acabando ese tramo tan empinado:

En Navea le cuento a mi amigo que en el pueblo hay otro Fausto. Se emocionan y se abrazan, que ese nombre no abunda:

Raro ver dos Faustos juntos y un Gorgonio fotografiándoles:

Vistas a la salida de Navea:

Fausto en la herradura de abajo, con el puente del comienzo del puerto a la vista:

El otoño comienza a llamar y a vestir la naturaleza de tonos dorados, marrones y rojizos. Qué belleza. Es el premio a nuestro esfuerzo sobre los pedales. Ahora toca Cabeza de Manzaneda, remontando la montaña de la derecha. Los primeros kms, al 7-9% serán los más duros:

La ascensión a Cabeza de Manzaneda comienza en el mismo puente en el que hemos acabado el descenso de O Cerengo, por una carretera estrecha que serpentea montaña arriba, para salir del valle por la vía rápida:

Los quitamiedos, con sabor al ciclismo de la época de Merckx, le dan un toque mítico a esta parte de la subida:

Las vistas sobre el embalse de Montefurado son frecuentes en el continuo zig zag de la carretera. Allá al fondo, en la central eléctrica, comenzó la subida:

Son bonitas también las vistas a los primeros kms que acabamos de hacer de O Cerengo, con la aldea de Navea y sus rampas del 20%. La vista desde este lugar hace entender el por qué de esas rampas entre las casas del pueblo:

En esta otra foto se ve por dónde continúa O Cerengo tras Navea:

Tras otra herradura volvemos a "sobrevolar" la central eléctrica a más altura. Junto al embalse, por la izquierda, se ve la carretera que hemos traído desde que abandonamos la N-120 sobre el túnel de Montefurado:

Hemos superado el valle del Bibei y atravesamos la localidad de Barrios:

Nos acercamos a Pobra de Trives y agradecemos las sombras en un día de octubre más propio del verano, con temperaturas cercanas a los 30º:

La localidad orensana, de A Pobra de Trives, con esas balconadas acristaladas tan típicas gallegas:

Comimos en el Hostal La Viuda de maravilla. Muy aconsejable si pasáis por aquí. El potaje que veis en la foto no tiene igual. Sencillamente, para chuparse los dedos. Me acordé del cocido montañés de la Quebrantacocidos y de mi amigo Ramón "Tuercerradios". Gracias a la energía extra de estos garbanzos, subí Cabeza de Manzaneda como un tiro. Y con propulsión a chorro, jajaja:

Tras la comida reanudamos la escalada. Esta parte de la subida es menos escénica que hasta A Pobra, un poco sosa, vamos, pero preferimos hacer antes O Cerengo y es lo que hay:

Tomamos el desvío a la izquierda y para arriba. Carretera ancha, con buen firme y escaso tráfico en esta época del año. Quedan 6 kms a la estación invernal, pero hasta la cima hay otro 4 kms más:

Ya vemos las antenas hasta las que tenemos que llegar. Como decía, largas rectas por esta vertiente que hacen la subida algo aburrida. La vertiente de Manzaneda es más dura y entretenida:

Un km a la estación. Hace mucho calor y nos hemos quedado sin agua. Es vital encontrar donde rellenar el bidón para subir hasta arriba y ni rastro de fuentes:

Alcanzamos la estación. Este es el cruce donde empieza la carretera que sube a la plataforma superior, pero ni rastro de fuentes. Un poco más adelante en las instalaciones propias de la Estación sí que encontramos una buena fuente, en un parque:

Tras beber y rellenar bidones, para arriba, a por la cima. Son 3 ó 4 kms al 7-8%, que se agarran tras tantos kms de ascensión en las piernas, pero las herraduras entretienen y se hace llevadero:

Último km, algo más suave:

Y cima. No pudimos disfrutar mucho de las vistas porque se nos hacía tarde:

En el descenso capté esta imagen en la que se ve A Rúa sobre ese montículo de la izquierda. Hasta allí teníamos que llegar y la tarde iba cayendo:

Nueva vista en pleno descenso. Se ve A Pobra de Trives, donde habíamos parado a comer y la cima de O Cerengo. Esta vertiente es mucho más escénica:

En Manzaneda tuvimos que parar a preguntar para tomar la carretera de Seoane sin equivocarnos. Se trata de un carreterín estrecho algo botoso para hacerlo en bajada, pero sin problemas para subir. Ya en Manzaneda nos advirtieron de que nos quedaba una "tachuela" de consideración antes de A Rúa, el Alto de Hermida, con 6 kms al 4,2%. En la imagen, la cima del Hermida: