Cima del Collado de los Tornos. Al fondo los Picos de Europa y zona de los Lagos de Covadonga.
Participantes, 7:
De izquierda a derecha, Gorgonio, Sanda, Antonio, Gregor, Manolo Millán, Jose Domínguez y Jose A. Puerma.
(Pincha sobre las fotos y las verás en tamaño grande)
Todo empezó el viernes día 4. A las 6:00 de la mañana salíamos de Valdemoro Puerma, Gregor y yo, con nuestras respectivas esposas. Parada antes de Burgos para tomar un cafetito y llegada a Pozas de la Sal, balcón de la burgalesa comarca de La Bureba y localidad natal del ínclito Félix Rodríguez de la Fuente:
De Poza de la Sal marchamos a Frías, pasando por el puerto Portillo del Busto, desde el que se divisa gran parte de La Bureba:
Bajando el puerto, además de atravesar un bello desfiladero, es parada obligatoria el lugar donde se ubica la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz, con la del Cristo de los Remedios a sus pies:
Y tras pasar el pueblo de Tobera, nos quedamos maravillados con la primera visión de Frías, uno de los pueblos más bonitos de España:
Manolo y Mª Eugenia, que salieron más tarde de Valdemoro, se juntaron con nosotros en Fontibre, nacimiento del río Ebro, tras cuya visita nos dimos un festín en el restaurante Complejo Puente Romano situado al pie de Alto Campoo:
Después de una agradable sobremesa pusimos rumbo a Asturias a través del incomparable puerto de La Palombera, o La Palombier, como le conocen los cicloturistas de la zona para darle sabor alpino, jajaja. Imprescindible la foto en el Balcón de la Cardosa, con su célebre corzo, y el valle de Cabuérniga a nuestros pies:
Del resto de participantes, Antonio llegó con su familia por la mañana y pasó el día en Ribadesella, mientras Sanda y Domínguez llegaban por la noche. Amaneció un buen día, soleado y con 18º muy agradables. El dueño de la Casa Aldea Ruiloba, situada en Camango, a 4 kms de Ribadesella, donde nos alojamos, cedió gentilmente a prepararnos el desayuno a las 7:30, para poder salir pronto. Nos hacíamos la foto de salida, frente a la casa rural, a las 8:30, con algo de retraso, como suele pasar casi siempre en estos casos:
Nos ponemos en marcha camino de Nueva, con la cordillera Cantábrica a nuestra derecha. Malas sensaciones tenía yo, que en los primeros repechos me dolían las piernas, pero fue pasajero. El buen humor predominaba y las bromas se sucedían una tras otra. Cuánto me gustan estas salidas:
En 10 kms atravesábamos Nueva y girábamos a la derecha para meternos de lleno en los entresijos de la cordillera:
Enseguida llegaron las primeras rampas del Collado de los Tornos, puerto con tres partes diferenciadas: la primera de gran dureza, con tres kms rondando el 10%. En ella se quedaron los hermanos Minaya a las primeras de cambio, sabiamente, para reservar fuerzas. Enormes eucaliptos flanqueaban la carretera rindiéndonos pleitesía:
Por delante se fueron Domínguez, Puerma y Antonio. En medio quedamos Manolo y yo:
El puerto se iba abriendo y la belleza del paisaje natural nos embriagaba:
Acabada esta primera parte nos reagrupamos cual si se tratara de la banda de Billy el Niño, surcando la parte intermedia del puerto, un falso llano que nos permitió recuperar:
Impecable carretera, muy tranquila, sin tráfico:
Empezaban las primeras rampas del último tramo, más suave que el primero, pero no por eso dejaba de ser durillo. Los Minaya brodhers se habían vuelto a descolgar ¡¡en el tramo llano !! y Antonio y Puerma se dieron la vuelta a ver qué les pasaba. Al fondo izquierda se aprecia el final de la subida:
Tras una curva de vaguada ganamos altura con rapidez como se aprecia en esta imagen, en la que la cabaña ganadera del fondo queda muy debajo:
A estas alturas oigo un "hola fondo norte" a grito pelao por parte de Antonio que viene por abajo. Le contesto con el "hola fondo sur" y con un "no hay OO a cogerme". Para qué quieres más, zafarrancho de combate. Porque me entretuve parando a hacer alguna foto más, que si no no me pillan. Pero la imagen refleja el momento en que ambos dan buena cuenta de mí a 50 metros de la cima. Cachis...
Puerma baja a por los Minaya y en esta foto le vemos coronando con Sanda:
Preciosa subida. De las más bonitas que yo he hecho en Asturias. Y no es puerto CIMA, incomprensiblemente. Muy satisfechos por la escalada se nos ve en esta imagen con los Picos de Europa al fondo:
La vertiente opuesta no es menos bella. En la foto se distingue el trazado de la carretera en todo momento:
Cualquier curva nos reservaba sorpresas como éstas:
Me recordó la bajada las vertientes de La Croix de Fer en los Alpes Franceses, por estar salpicadas de repechos ascendentes que te ponen las piernas como tablas en esos cambios repentinos de pendiente:
Domínguez coronando el segundo repecho (pequeños Frascuelos):
Una vez acabado el descenso llaneamos camino del coco del día. Antonio se ha adelantado buscando pilas y Sanda empieza a quedarse, con Puerma de ángel de la guarda, al fondo:
Los Minaya han cedido y quedan a su ritmo, el que más les interese para lograr el objetivo, que no es otro que coronar. Yo me adelanto y saco unas bonitas fotos del inicio de la subida a los Lagos, con la Basílica de Covadonga al fondo. En primer término, Domínguez y Antonio. Detrás, Puerma y Manolo:
Puerma, Domínguez y Antonio han desaparecido por delante. Manolo queda conmigo, pero va más suelto que yo y hago la goma de vez en cuando. Al acercarme a él le sorprendo, sin que se entere, con fotos de gran belleza como ésta en la que el verde de nuestro maillot y el de los prados de Covadonga, se funden armoniosamente:
Tres ciclistas nos pasan y nos dan ánimos comentándonos que lo importante es coronar. Pues llevan razón:
Momento de la verdad. Tras 6 kms muy duros sin bajar apenas del 10% alcanzamos la Huesera, 700 metros al 15/16% que nos va a destrozar:
La constante subida de coches nos impide trazar algunas eses y hemos de subir rectos, lo que redobla nuestro esfuerzo. Adelantamos a un betetero que iba dando chepazos y no tenía fuerzas ni para contestar al saludo que le dirigimos. Manolo se me ha ido unos 150 metros y no logro recortar. Au revoir, compañero.
Tras la curva a derechas, la Huesera se nos muestra en su totalidad:
Tras la Huesera sigues al 10% hacia el Mirador de La Reina, al que llegas tras esta rampa al 15% que te roba el poco aliento que te queda:
Llaneo unos metros y recupero. Me da igual no recortar a Manolo. Ya me saca 250 metros. Me recreo con estas vistas poco antes del Mirador de La Reina:
Los Lagos son como una caja de sorpresas. Cuando menos lo piensas te parece que estás en San Fermín:
Pero qué envidia me das. Quién fuera tú, Con la panza llena y echando una cabezadita. Y de Manolo ni rastro:
Desde las alturas así se veía el mirador de La Reina:
¿Pero qué haces ahí, Manolo? Se supone que ibas por delante. Pues resulta que en la bajada de enfrente le frenó hasta pararle un atasco producido por unos ganaderos atrapando un ternerillo, con la vaca arremetiendo en favor de su retoño. Aproveché para alcanzar y pasar a Manolo. Pero pronto me echó el guante:
y me volvió a enseñar el culote:
Coronamos el Lago Enol, momento emotivo tras el enorme esfuerzo realizado. La foto merece un tamaño adecuado:
Puerma se había vuelto en nuestra busca y se volvió de nuevo con nosotros:
Preciosa estampa del Lago Enol:
La euforia nos envuelve al ver dominado al coco y nos dirigimos con entusiasmo a por el último repecho, en busca del Lago Ercina:
Otra vista para enmarcar. Esta subida te ofrece una postal cada 100 metros:
Momento en que conseguimos el objetivo. Hemos tardado 1:20, lejos de los 1:08 de mi mejor tiempo, pero qué más da. Manolo hubiera tardado menos si no me espera, quede claro:
Y la foto de la victoria, con el Ercina al fondo. No sé por dónde andaba Domínguez:
Tras media hora esperando, que los primeros llevaban más, decidimos bajar, pensando que los Minaya se habrían atascado en alguna parte de la subida. Pero llegando al Enol ¡¡¡APARECEN!!! Qué alegría compañeros, bravo campeones, con dos OO:
Me adelanto para sacarles algunas fotos más:
Y Puerma me retrata en este punto tan bonito, como yo hice con ellos previamente. Permitidme que ponga mi foto, compis:
Sanda y Gregor han llegado al Ercina y se vuelven para iniciar la bajada. Inmortalizo su gesta con esta preciosa imagen para enmarcar:
Momento para buscar poses fotogénicas y armar cuadros originales:
La nota negra del día. Pero ¿cómo dejan subir al Parque Natural semejante procesión de ruidos y humos? Vean las vacas asustadas. Decepcionante:
Llegados al Mirador de La Reina, paro y saco esta sublime instantánea. Apréciese la curva de salida de la Huesera abajo, lo que da una idea del desnivel que aún queda hasta el Mirador:
Sanda trazando una herradura, con compis nuestros por delante. Poco después pinchaba yo en la rueda trasera al entrar en la herradura anterior al Mirador de los Canónigos y casi me caigo:
Acabado el descenso ponemos rumbo a Ribadesella con ritmos de 30/35, pero Sanda lo ha dado todo y nos pide sensibilidad con él. Gregor propone su famoso 28-30. El Sella a nuestra izquierda invitándonos a repetir el descenso en canoa algún día:
Domínguez y Puerma tirando hacia Ribadesella. De vez en cuando había que tirar de los ramales para que aflojaran:
Sanda aguantando como un campeón los últimos kms:
Llegamos a Camango. El chisme marca 106 kms. La satisfacción es grande. Gracias a Dios y a la Virgen de Covadonga todo fue bien
Tras una reparadora ducha nos vamos a Ribadesella, donde nuestras queridas esposas nos tenían reservado un restaurante y secuestrada la cocina para que nos atendiera. Benditas mujeres:
Tras la comida, visitamos la localidad de Cuevas con su pintoresco paso subterráneo natural, una preciosa obra de la naturaleza que se usa como paso a la localidad:
Ribadesella nos recibió después así de bonita:
Y mientras cenábamos nos sorprendió la llegada de la procesión de la Virgen de la Guía con sus danzantes:
Y camino de los coches mirad qué rampa descubrió el amigo Puerma:
Domingo 6 de julio. Elvira y yo regresamos pronto a Valdemoro por razones familiares, lo que no quita parar un momento en la playa de las Cuevas de Nueva para tocar el agua del Cantábrico:
Y meternos por el valle del Ebro para visitar la Colegiata románica de San Martín de Elines, una joya del siglo XII perfectamente conservada, sin restauración alguna:
Con capiteles, todos diferentes, tan bellos como este:
Para finalizar con el apoteosis de Orbaneja del Castillo:
Y desde aquí, rumbo a casa. Espero que los que quedaron un día más por tierras de Potes lo pasaran bien.
Que podamos repetir estas experiencias muchas veces.
Os recuerdo que el día 10 marcho de viaje y no vuelvo hasta el 5 de agosto, por lo que no sé hasta qué punto estará activo este blog. Si me mandáis las crónicas a mi correo haré lo imposible por publicarlas desde donde me encuentre. Echad mano de los recorridos de julio y agosto para estar al día y tened cuidado.
Un abrazo a todos y hasta agosto.
Gorgonio.
Os dejo ahora la Crónica de Antonio Tapia, enorme como siempre, con una riqueza de detalles que me deja asombrado. Gracias compañero por tus palabras hacia mi persona. Mi mayor satisfacción es ver la vuestra.
Desde la Zaga
Quiero expresar en primer lugar mi agradecimiento a Gorgonio por su
trabajo, que es totalmente desinteresado, y sin el que, seguramente,
salidas tan gratas como la de este fin de semana, no se producirían.
Gracias Jefe.
Y ahora, al turrón:
Suerte. Mucha suerte con el clima, ya que tanto viernes como sábado
hizo un tiempo excelente. Cielos despejados, escaso calor para estar en
el mes julio y ni pizca de viento. Condiciones propicias para medirse
con Los Lagos. El domingo cuando partíamos hacia Valdemoro, corría el
agua por las calles.
Desayuno a las 7.30, últimos preparativos, la foto de rigor y nos
ponemos en marcha a las 8.30, algo más tarde de lo que teníamos pensado.
Los primeros 10 kms hasta Nueva, con ritmo tranquilo, como no podía
ser de otra manera, teniendo en cuenta lo que nos queda. Pero el asueto
termina en cuanto giramos a la derecha para afrontar el primer puerto de
la jornada. El Collado del Torno, tiene dos partes bien diferenciadas.
Una primera dura, bastante dura. Son tres kms en los que la pendiente
baja del 10% en contadas ocasiones, con máximas del 12-13%. En las
primeras rampas nos dividimos en tres grupos. Puerma, José Domínguez y
yo por delante. Gorgo y Manolo después y Los Minaya cerrando la
comitiva.
Ahora estoy entero y la escalada se me hace relativamente fácil,
aunque el ritmo que nadie marca pero los tres seguimos, es exigente.
Veremos si luego no echo en falta estas energías... Coronamos el primer
tramo y volvemos a por los compañeros. Gorgo y Manolo no tardan mucho en
aparecer. Para encontrar a los hermanos, bajamos algo más, en torno a
un km. Subimos con ellos a su ritmo y llegamos a un tramo de unos dos
kms prácticamente llano que evita que este collado sea un puerto duro de
verdad. No puedo dejar de hacer referencia al entorno por el que
transitamos: es sencillamente ESPECTACULAR. Cuando abandonamos la
primera parte de la subida, que transcurre casi siempre por sombra,
salimos a un inmenso claro tapizado por grandes praderas de un verde
tan intenso, que molesta a los ojos. Al levantar la vista, y gracias a
la claridad del día, se puede apreciar esculpida en la ladera de la
montaña la carretera por la que pedalearemos en breve.
Los Minaya se aplican en su tarea de reservar energías y se vuelven a
cortar en este tramo llano. El Gallego, Gorgo y Manolo inician la
segunda parte de la subida mientras Puerma y yo vamos en su busca.
"¡Vamos Sandaaaaa! ¡Qué no llegamos nuncaaaaaa!"... Pero si hay algo que
Sandalio sabe hacer es regular sus fuerzas. No importa lo duro que sea
el recorrido: Sanda siempre lo completa con éxito.
La segunda parte de esta ascensión no es tan dura como la primera,
pero tampoco despreciable. Nos quedan otros 3 kms con una pendiente
media del 7%. Las rampas oscilan siempre entre el 5-9%. El Ferroviario y
yo cogemos metros pronto con respecto a los hermanos. Pero subimos muy
tranquilos para que no haya mucho hueco. Gorgo y Manolo hubiesen llegado
de sobra a la cumbre donde seguro que hace algunos instantes que espera
El Gallego. Pero El Redactor Jefe comete el error de herir nuestro
Orgullo Atlético desde la distancia y nos reta: "....¡¡No hay güevos a
cogermeeeeee!!..." Entre Puerma y yo no hay palabras, pero a la vez
tensamos la cuerda "pa trincarle". En un tramo rectilíneo a escasos 200
metros para hacer cumbre, Gorgo advierte nuestra presencia y fuerza su
ritmo. Pero los Indios vienen a por tí, vaquero... Justo antes de
coronar, le robamos los puntos de montaña.
Mientras esperamos a Los Minaya, contemplamos el impresionante
paisaje que hay a nuestros pies y la excepcional panorámica de Los Picos
de Europa que nos ofrece este día. Cargamos pilas, vaciamos el agua de
los pajaritos, hacemos las obligadas fotografías que estoy deseando ver e
iniciamos el descenso hacia Corao. Y si Goro me lo permite, usaré una
frase salida de sus labios para definir este descenso: "...entre bajada y
bajada, un Frascuelo...". Y es que no encuentro mejor forma de
describirlo. Por cada 4-5 kms de bajada técnica y peligrosa, encontramos
2-3 kms de subida con pendientes siempre en torno al 5-6%. No es de
extrañar por tanto, que el descenso hasta Corao nos ocupe tres cuartos
de hora largos.
Dejamos atrás este excepcional Collado del Torno y giramos a la
derecha hacia Cangas de Onís para que nos sirvan el plato fuerte de la
jornada. Estos kms son prácticamente llanos, salvo algún repecho
(recordemos que estamos en Asturias y aquí no saben hacer carreteras
llanas). Ritmo tranquilo de nuevo. Hay que conservar fuerzas, así que
rodamos juntos. Y juntos llegamos hasta el desvío hacia Covadonga, pero a
partir de aquí, la carretera comienza a picar hacia arriba poco a poco y
Los Minaya se sueltan. Aprovecho uno de los momentos en que el grupo se
detiene a esperar para adelantarme en busca de un par de pilas. Mi
"cuenta" se ha quedado sin baterìas en el peor momento. Soluciono la
incidencia en la primera tienda de "souvenirs" que me encuentro y me
reincorporo con mis compañeros. El kilómetro anterior al cruce de La
Santina, ya tiene un 4% de pendiente media. Pero la subida de verdad,
comienza en este cruce, y es ahí donde pongo mi cronómetro a 0.
Coincidimos aquí con tres ciclistas con buena pinta que inician la
ascensión. Están finos y guapos. Ya sabéis: buena ropa, buenas piernas,
buenas bicis... Nos sacan ventaja rápido porque nosotros bajamos el
ritmo al máximo para que Gorgo se adelante una centena de metros y tenga
tiempo de tomar una instantánea de Ciclistas de Valdemoro con el
Santuario como fondo. La lástima es que en esta foto no aparecen Los
Minaya, que se han soltado en ese primer km del que hablo antes.
Y comienza la subida. Le tengo mucho respeto. Nunca la he afrontado
antes y comienzo reservón. Muuuuuuuy reservón. El Gallego pronto coge
unos metros, pero ahora no intento seguir su rueda. No pienso gastar ni
un gramo más de lo necesario antes de la temible Huesera. Ruedo con
Puerma un par de centenas de metros y en cuanto me pide un poco, dejo
que se vaya. El Gallego ha subido esto más de una decena de veces y me
ha recomendado que lleve mi ritmo y que, aunque sienta que puedo ir, no
lo altere. Y le hago caso.
Poco a poco, se alejan. El Gallego me coge unos 300 metros y Puerma
unos 150. Al tiempo comienzan a aparecer los ciclistas que iniciaron
antes que nosotros. Desde mi posición veo como Domínguez antes y Puerma
después dan cuenta del primero. Me siento fenómeno y poco a poco alcanzo
a este yo también. Me sitúo a su rueda y permanezco ahí un tiempo. Pero
no me vale. Puedo ir un poco más rápido. Justo cuando le rebaso,
coincidimos con dos turismos y un autobús que baja justo en una curva.
Los vehículos se tienen que detener y realizar maniobras y yo tengo que
pararme y esperar a que terminen de cruzarse. ¡¡CagonLaPenaNegraaa...!!
¡¡Con lo que cuesta coger el ritmo...!! El ciclista que dejé atrás me
coge y tiene que parar también. Reiniciamos la marcha. Calculo que he
estado parado algo más de medio minuto. Poco a poco comienzo a funcionar
y vuelvo a soltar a mi acompañante. Todavía estamos en zona de sombra,
pero pronto termina y veo la curva donde un cartel situado a la
izquierda me amenaza: "Cuesta de La Güesera". Al mirar ligeramente a mi
derecha, sin árboles ya, contemplo aterrado por dónde debo pedalear.
Domínguez y Puerma ya han dado cuenta del segundo de los adelantados. De
hecho, creo que Domíngez ya tiene en el bote al tercero y a Puerma le
falta poco para alcanzarle. Inicio La Huesera con más miedo que
verguenza. Pero lo cierto es que me siento muy bien, y mi cadencia es
buena. Llevo mucho desarrollo, ya que mis rodillas no me permiten
alegrias. Pero para moverse hay que llevar cadencia, y yo la llevo. En
medio de La Huesera, cazo yo al segundo de los escapados. Cuando paso a
su altura, va dando unos chepazos de miedo y le dejo atrás pronto.
Obsevo con satisfacción cómo la ventaja que Domínguez y Puerma me
sacaron en el inicio se mantiene constante. Termina lo más duro. Pero
esto no está liquidado, ni mucho menos. En El Mirador de La Reina, tengo
a tiro al tercero de los escapados. Pero no me voy a cebar. A ver si he
llegado bien hasta aquí y por apretarme, me desinflo... Ya caerá...
Esta zona es muy dura. Después de La Huesera hay un "respiro" del 8%
pero El Mirador con su 11-12%, te devuelve a la realidad. Mi presa me ha
visto llegar y creo que no se quiere dejar coger. Aprieta el paso. Ya
caerá... Poco a poco llego a él. Le alcanzo en el primer descanso real
que proporciona esta subida. Va tostado por ese esfuerzo que hizo al
verme. Cuando me pongo a su altura, aprieto. Me coge rueda, pero
enseguida se suelta. Los tres en la buchaca. Eran más guapos y tenían
mejor pinta, pero nada más...jejeje. Y por fin, Lago Enol. Esto ya está.
Admiro el paisaje y me siento pletórico. Me acuerdo de mi condición
física de hace unos 10 meses, y me siento realmente satisfecho... No me
piño con una vaca en la bajada al primero de los lagos, de milagro...
¡Concéntrate, merluzo...! ¡Las emociones pa'la crónica...! En la subida
al Lago Ercina, me siento como Perico en la Vuelta del 85. Subo a todo
trapo con más energía que cuando inicié la escalada. Al llegar al paso
canadiense, paro mi crono: 1h 12 segundos. Creo sinceramente que habría
subido con Domínguez o con Puerma si no hubiese sido tan precavido de
inicio, ya que llegué muy entero arriba. O lo mismo me desfondo en La
Huesera y tardo 15 minutos más, quien sabe... En cualquier caso, tengo
que felicitar sinceramente a José Domínguez: 58 años y sube Lagos sobrao
con 39x25 en menos de 1h; y a José Antonio Puerma: 52 años, primera
subida a Lagos en menos de 1h y por delante de un criajo de 39 añitos
recien cumplidos. Me gustaría haberos visto con mi edad...
Me sabe a gloria la cervecita fria (aunque sea desnatada) que me
tomo en el bar del Ercina. Gorgo y Manolo aparecen en unos 20 minutos y
aprovechamos el tiempo que tardarán Los Minaya para hacer fotos.
Pero ya ha pasado más de 1h desde que coronó el primero y los
hermanos no aparecen. Empezamos a pensar que la dificultad de este
puerto les ha vencido y decidimos bajar por si han dado la vuelta. Aquí
arriba no hay posibilidad de comunicación telefónica, ya que no hay
cobertura. Iniciamos el descenso y cuando nos aproximamos al Lago Enol,
aparecen. Jaleamos su llegada como el triunfo de etapa de uno de los
nuestros en el Tour. Gorgo y yo damos la vuelta y les acompañamos hasta
el Lago Ercina. Tienen que tener su foto también. Felicidades, Sanda y
Gregorio. Sóis ejemplo de pundonor.
Inicio el descenso por delante, con Domínguez a 200 metros. Me gusta
bajar y no me da miedo. Pero en esta ocasión, me lo tomo con calma. Hay
tráfico que sube, que baja, animales sueltos y para colmo una especie de
marcha de Vespas antigüas que vienen en sentido contrario. Al conductor
de una de estas motos, tengo yo que vocear como un pastor para que deje
de hacer el idiota adelantando cuando me aproximo yo de frente por mi
sitio. Cuando dejo atrás las rampas de la Huesera y entro en la zona
arbolada, bajo rápido, pero pronto alcanzo a un autobús tras el que me
veo obligado a permanecer hasta la glorieta de La Santina. Aquí espero a
los compañeros. Domínguez aparece enseguida, pero debido a un pinchazo
de Gorgo (con susto incluido, como cuenta después), todavía tardarán
bastante en llegar.
Una vez reagrupados, tomamos rumbo a Ribadesella. Sanda viene muy
castigado, así que hay que intentar llevar un ritmo suave para que no se
quede. Pero Los Lagos han hecho mella en Sandalio y se corta en cada
pequeño repecho que hay en los 30 km que quedan para regresar a Camango.
Me dejo caer para atrás y me quedo con Los Minaya, avisándo cada vez
que el ritmo de los de delante es demasiado alto para nuestro bravo
compañero, y dando un empujón cuando es necesario.
Poco a poco, vamos devorando los kilómetros y llegamos a Camango un
tanto desperdigados, pues hay un repecho relativamente duro al dejar
Ribadesella y girar a la derecha hacia nuestra aldea. Me quedo aquí con
Puerma y Domíngez, que terminan de sacarme todo el jugo en estos 4 kms
finales. Vaya fuelle que tienen estos tipos...
104 kms con 2170 metros de desnivel acumulado marca mi dispositivo.
De la velocidad media ni hablamos, entre otras cosas porque no es
representativa: ¡¡20 kms/h!! ¡¡Vaya pakete de globeroooooos!!
Gran etapa y gran compañia. Me lo he pasado pipa y he tenido unas sensaciones estupendas. Tengo que acudir a más de estas.
Y pido disculpas por multiplicar por dos el rollo que cuelgo
habitualmente, pero la ocasión lo merece. La próxima, la hago
telegráfica. Lo prometo.
Y así es cómo yo lo viví... Desde la Zaga.
PRÓXIMA SALIDA:
DIA 13/7/2014 RUTA A CARABAÑA
SALIDA: 8h.
KMS. 108
DESNIVEL: 742 m
PARADA: VILLAREJO DE SALVANÉS
RECORRIDO:
VALDEMORO 0
TITULCIA 15
MORATA DE
TAJUÑA 31
PERALES DE
TAJUÑA 38
TIELMES 43
CARABAÑA 50
CUESTA DE CARABAÑA 55
VILLAREJO DE SALVANÉS 63
VALDELAGUNA 72
CHINCHÓN 78
VILLACONEJOS 85
TITULCIA 95
CUESTA DE CIEMPOZUELOS 102
VALDEMORO 110