La ruta recorre parte de la comarca de La Mancha toledana. Ninguna subida tiene categoría de puerto, pero son tantas, que pondrán las piernas a prueba en una distancia tan larga. Podríamos destacar tres: Monreal, Peña Negra y Cabañas, con un poco más de entidad, pero son innumerables los repechos que aparecen a lo largo del recorrido, por lo que será necesario administrar bien las fuerzas.
Esta salida cumple, más bien, parámetros culturales, para conocer esta parte de la provincia toledana. Con ese fin la hemos diseñado, así como para salir de la rutina de nuestras salidas de fin de semana. Son varios los conjuntos monumentales que se visitan, además de otros parajes de interés, algunos de los cuales pertenecen al Patrimonio Nacional.
Finalmente, por unas razones u otras (familiares y laborales preferentemente) el entusiasmo fue decreciendo y tan solo nos presentamos tres en la línea de salida: Tomás, Emilio y un servidor, Gorgonio. Tomás ha venido en bici desde Valdemoro, con viento de cara y parte de Ocaña con 40 kms ya recorridos. Nos veis posar ante la entrada del carril bici con el que el pueblo de Ocaña homenajea a su ilustre hijo Andrés Oliva, que fue profesional del ciclismo allá por los años 70. Si quieres conocer su palmarés, pincha AQUÍ:
Obligada era la visita a la Plaza Mayor de Ocaña, una de las más bellas de España, antes de la salida:
Curioso edificio a la salida de Ocaña, cuya fachada recuerda la arquitectura gaudiana, y las balconadas, las casas colgadas de Cuenca:
El día se presentaba muy apropiado para esta ruta, con unos agradables 17º a la salida, que no pasaron de 30º en toda la jornada. Cielo ligeramente nuboso que limitó la sensación de calor y viento del SE que nos dio de cara, de costado y a favor en diversos momentos del día. Nada más salir pasamos sobre la A-4, autovía que cruzamos en más de una ocasión :
Primer tramo, Ocaña-Yepes, una recta de 10 kms y 16 metros de desnivel total, con la silueta de la Colegiata de San Benito Abad, conocida como la "catedral de La Mancha", siempre en el horizonte:
Nos adentramos en el centro urbano y nos topamos con el Rollo Jurisdiccional, más conocido como "picota", del siglo XV:
Puerta de Toledo del segundo recinto amurallado:
Plaza Mayor de Yepes, localidad catalogada como Conjunto Histórico Artístico:
Vista de la Colegiata cuando nos alejábamos del pueblo:
Descendemos el alto de Yepes, catalogado de segunda categoría, exagerados eran, en la Vuelta a Toledo que organizaba Bahamontes. Antes tenía un trazado más duro, pero desde que arreglaron la carretera no lo es tanto:
Seguimos descendiendo el alto y pasamos frente a Huerta de Valdecarábanos:
Preciosa mañana, fresca y agradable. Los campos de mies aguardan su turno de siega en este fértil valle del arroyo Cedrón:
Llevamos dirección La Guardia, pueblo natal de mi mujer. Los avistamientos de fauna no son muy frecuentes, pero en esta ocasión, un ave de presa, posiblemente el gavilán de Pablo Abraira, nos sobrevuela durante un rato. También vimos algunos conejos y liebres correr a su madriguera ante la amenaza de nuestra presencia:
Alcanzamos el cruce del Puente de San Juan, antiguo poblado hoy deshabitado. Tomamos a la izquierda, dirección Dosbarrios, para enfrentarnos a la primera dificultad del día:
Alto de Monreal, cuyo nombre toma del castillo que se resiste a desaparecer. Son casi 4 kms al 4% de media, con la parte central entre el 6 y 7%:
La silueta del castillo, o de sus restos, se divisa sobre el cerro:
Construido por los musulmanes, entre los siglos XI y XII, se resiste a desaparecer y se muestra gallardo en su soledad. Se cree que sus sillares se emplearon para construcciones de casas de la zona, de ahí que el castillo casi haya desaparecido:
Continuamos nuestra ascensión, pillada con ganas por ser la primera del día. Estamos en la zona de mayor dureza:
Una vista atrás a medida que abandonamos el valle:
Y entramos en la parte final:
Cereal, olivo, viñedo y pinos, característicos de esta comarca:
Aún con las fuerzas intactas:
Tras llanear otros 8 kms alcanzamos la población de Dosbarrios. La primavera aguanta sus últimos compases ante el empuje del verano:
Se cree que el nombre de Dosbarrios se debe al asentamiento de población que hubo junto al castillo de Monreal y a este otro más alejado, ambos bajo el dominio de los señores del castillo. Por la antigua carretera de Andalucía:
Tras cruzar sobre la A-4, tomamos la carretera de Noblejas:
Las antenas de Radio Exterior de España (REE) situadas cerca de Noblejas, aparecen en el horizonte. Recuerdo el impacto que causó en la comarca la noticia de su inauguración por el jefe del régimen anterior, en 1971, cuando yo tenía 16 años. Probablemente quien lo inauguró fue su doble, Paulino Alonso, el de "Espérame en el cielo", jajaja:
Campos de cultivo toledanos:
El tramo hasta Villatobas por la N-301 fue el más pestoso del día. Un tramo recto de 10 kms, con viento de cara y tráfico frecuente. Se lo tragó enterito Emilio. Nosotros a rueda:
En Villatobas tomamos el desvío a Lillo:
Seguimos con agradables temperaturas. El firme de esta carretera sería el peor del día, como contrapunto, el paisaje era muy bonito. En la imagen descendemos al arroyo del Robledo:
Precioso valle el del Robledo:
Con menciones quijotescas junto a la carretera. Empezábamos la segunda subida del día, el alto de Robledo:
Los bosques de encinas protagonizan estos parajes. El firme empeora durante 4 kms y nos obliga a circular despacio:
Alcanzamos la segunda cañada, la del arroyo de Santa María. Son descensos y subidas de un km o dos como mucho, al 5%:
Tras cruzar el fondo del valle comenzamos a remontar el alto de Sta Mª:
En plena subida pasamos junto a un estanque muy antiguo en el que me bañé en alguna ocasión cuando era un crío. Entonces no había piscinas en los pueblos. También Emilio recuerda haberse bañado aquí:
El asfalto está en mejores condiciones por aquí. Seguimos subiendo:
Una larga recta de 7 kms nos acercará a Lillo. El cerro de San Antón nos vigila desde el fondo. El viento nos entra de frente por la izquierda y Tomás va mal. Ya lleva más de 100 kms y necesita comer, pero rechaza el plátano que le ofrezco y la barrita que le ofrece Emilio:
Lillo es el pueblo de la madre de Emilio. Él lo señala y nos lo recuerda:
Mientras Tomás se mete en un bar buscando bebidas con azúcar y algo de bollería, Emilio y yo nos fotografiamos en una fuente de la que guardo un recuerdo inolvidable de mis años mozos, jeje:
Salimos de Lillo y tomamos dirección a El Romeral, mi pueblo natal. El viento ya será parcialmente favorable y se agradecerá:
La cuesta de Valdoro, como la llamábamos los de mi pueblo, a la salida de Lillo. Era temible cuando yo venía a Lillo con la bici de paseo de mi casa, todo un reto en mi juventud:
Villa de viñas y de olivares, villa de trigo y romero en flor, dice la letra del himno de mi pueblo. Quién quiera oirlo que pinche AQUÍ:
Desde el alto de Balaboso ya divisamos El Romeral. Al fondo la sierra de Mora, que atravesaremos más adelante. Tomás, con coca cola en el cuerpo, ha recuperado su vitalidad y se nos escapa:
Cerro de las Atalayuelas, que fue testigo de la batalla del mismo nombre en la guerra de las Comunidades de Castilla:
Entramos en mi pueblo...
...donde nos espera Ángela, mi hermana mayor:
Allí nos apretamos unos riquísimos sandwiches de jamón y queso y un exquisito bollo de almendras, todo hecho por mi hermana, con unas coca colas, que la ruta era larga:
Y departimos largo y tendido, tal era lo a gusto que estábamos allí. Gracias hermana por tu hospitalidad:
El Romeral, como buen pueblo manchego, está en la ruta de Don Quijote:
Os dejo una imagen del molino del tío Pechuga, de El Romeral, el último molino que molió comercialmente en La Mancha. Conserva toda su maquinaria original y muele durante unos minutos todos los años en la Fiesta de los Molinos de mi pueblo que se celebra el último fin de semana de abril. Al fondo se ve el molino de los Gorrinos. Foto sacada de turismocastillalamancha.es:
Salimos de mi pueblo y cruzamos el FFCC de Sevilla. El maquinista del tren me ve y me saluda con un efusivo pitido:
Con el depósito lleno se circula mejor y más dejándonos caer con pendiente favorable:
El tramo de mi pueblo a Tembleque es descendente en su segunda parte y disfrutamos. Ya se ve el pueblo:
Tembleque también tuvo sus molinos. Dos reconstruidos hacen guardia junto a las ruinas de un tercero:
Monumental Plaza Mayor de Tembleque, declarada Monumento en 1973, típicamente manchega, del siglo XVII, para uso urbanístico y de plaza de toros. En sus balconadas aparece la Cruz de San Juan. Se dice que en 1624, Felipe IV y Quevedo asistieron a una corrida de toros, momento en el que probablemente se inauguró oficialmente la Plaza:
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, con su esbelta torre octogonal:
Abandonamos Tembleque y continuamos con largas rectas que no se nos hacen aburridas por las buenas condiciones climatológicas y la frecuente conversación que llevamos:
Descendemos al valle del río Algodor, con la sierra moracha al fondo. En este punto vi pasar la Vuelta a España el 1 de mayo de 1989, con Marino Lejarreta a cola de pelotón, como gustaba ir. Ganó la Vuelta Pedro Delgado. Es un tramo al 8% y pensé que los pros pasarían despacio. Una leche. Subieron con plato a toda pastilla:
Típico silo manchego ocupado por pastores. Son viviendas subterráneas que mantienen una temperatura ideal en cualquier época del año:
El río Algodor al encuentro de su hermano mayor, el Tajo:
En este punto decidimos visitar el embalse de Finisterre, ascendiendo a la presa por una carretera con picos del 9%, meramente anecdóticos:
El embalse abastecía de agua la comarca de mi pueblo. Ahora no lo hace y sus aguas, ricas en carpas y black bass, permiten practicar la pesca. Llama la atención lo lleno que está para lo poco que ha llovido, señal de su desuso:
Parte posterior de la presa donde se encuentra un restaurante que nos permitió acabar con fuerza la ruta:
No fue un menú específico para ciclistas, pero la oferta de chuletas era irrenunciable. Tras la comida, alcanzamos la CM-410 de nuevo y comenzamos la cota de Peña Negra, con 9 km al 2% de media, al tener muchos descansos:
Entre olivares alcanzamos el último tramo de subida, con el castillo de Peña Negra vigilante. Es de origen árabe y fue construido en el siglo X:
No estamos en Jaén, aunque lo parezca. Grandes extensiones de olivares nos rodean por todas partes:
El depósito está lleno y Tomás lanza el guante a Emilio, que lo recoge y se enzarzan a palos en el último km de subida:
Collado en el que corona el Alto. Al fondo la parte central de los Montes de Toledo:
Descendemos a Mora de Toledo. La planta de reciclado de huesos de aceituna, para fabricar asfalto, desprende humos:
Foto retrospectiva de lo descendido:
Hemos entrado en la localidad de Mora para tomar la carretera que sube a la ermita de Ntra. Sra. de la Antigua, sube y baja obligado para disfrutar de buenas vistas de gran parte de la provincia toledana:
Tan solo un km al 5%, pero merece la pena. Emilio ya está arriba:
Las vistas hacia Toledo capital (norte) son profundas. Se aprecia la sierra de Nambroca, a tan solo 10 kms de Toledo. Nosotros estamos a 30 kms:
Ladera opuesta hacia el este, a punto de coronar:
Mora de Toledo al fondo:
Tirando de zoom vemos el Alto del Robledillo, CIMA TO-03, en San Pablo de los Montes:
En esta foto se aprecia que hay una carretera para subir, la de la derecha, y la de la izquierda para bajar. Esta última tiene rampas del 15%. Antes era única y costaba coronar la subida. Al fondo, Peñas Negras:
Ya hemos tomado la carretera CM-4005 a Huerta de Valdecarábanos. En algunos repechos, Emilio y Tomás vuelven a darse palos:
Tenemos un prolongado descenso de 6 kms al río Algodor y nos relajamos un poco, que ya llevamos casi 150 kms. Bueno, Tomás casi 200:
Los continuos toboganes permiten ganar desnivel y poco a poco te recortan las fuerzas que van quedando:
De nuevo se acerca Emilio a Tomás con intención de retarle. Fue la penúltima vez que les vi picados:
Desde este altozano divisamos Huerta y casi Ocaña, final de ruta. Otro descenso de 5 kms nos pondrá a los pies de la última subida del día, el Alto de Cabañas:
La sierra moracha queda atrás, con la silueta de la Antigua (sobre el coche) que acabamos de subir:
Últimos y agradables metros de descenso del día:
Huerta de Valdecarábanos enfrente, colgada del valle del Cedrón:
Atravesamos el pueblo. Esta mañana lo rodeábamos:
Y comenzamos la parte final del Alto de Cabañas que ya venimos subiendo desde el Cedrón, antes de Huerta:
Duro final de este alto. Tomás negocia un 11% que levantó dolor de patas a estas alturas de ruta:
Coronada la última dificultad, solo queda disfrutar del final de la ruta, con viento ligeramente favorable. Nos acercamos a Cabañas de Yepes:
Y ÚLTIMO KM, en el que Tomás lanza un órdago a Emilio:
A las 18.30, aproximadamente, llegábamos a Ocaña y finalizábamos esta preciosa ruta:
Finalmente nos salieron 178 kms. A Tomás, 218, jeje:
Ha sido un placer, compañeros de ruta. Hasta la próxima:
PRÓXIMA SALIDA:
DIA 4/6/2017 RUTA AL ALTO DE LA PRESA.
SALIDA: 8:30 h.
KMS: 97
DESNIVEL: 769 m
PARADA: COLMENAR DE OREJA
RECORRIDO:
VALDEMORO 0
CIEMPOZUELOS 8
PUENTE LARGO ANTIGUA A-4 20
CRUCE
VILLACONEJOS-ARANJUEZ (dcha) 30
CRUCE COLMENAR-ARANJUEZ (izqu) 31
CRUCE BALCON DEL TAJO (dcha) 34
PRESA DE LA ALDEHUELA 42
ALTO DE LA PRESA 48
COLMENAR DE OREJA 51
CHINCHÓN 56
GASOL. MORATA 66
CUESTA DE FRASCUELO 70
SAN MARTÍN DE LA VEGA 78
CUESTA DE LA YESERA 82
CRUCE DE LA CIRC. HOSPITAL 88
VALDEMORO 97