Pues sí, muy friolero me estoy volviendo. Levantarme, vestirme y arrancar con la flaca es horroroso. Cada invierno me pregunto si saldré en el siguiente. Ha entrado el frío de verdad. O mis guantes son poco adecuados o se me congelan los dedos. La primera hora mañanera es muy dura. La pregunta de "qué hago yo aquí con lo bien que estaría en casa" me asalta cada km en la primera hora. Francamente me es desagradable esa primera hora. Pongo las manos en el manillar con los dedos juntitos para que se den calor y los pulgares abrigados debajo de los demás dedos. Pero después todo cambia. El cuerpo entra en calor y comienza a ser agradable la salida. Tras el café es otra cosa. Un antes y un después del café. Ahora, tras ese ratillo al sol disfrutando de un café calentito...soy otro, y me encanta pedalear. Esa es mi historia todas las mañanas de invierno.
Y hablando de café, qué bueno me estuvo el domingo en Morata tras pedalear a -1º. Salí solo a las 11:30. Había niebla a primera hora:
Antonio y Manolo beteteando:
Con Sanda tras tomar café en Urtajo:
Los tres beteteros por las arroyadas del Jarama:
Qué valor el de Johan, con las patas al aire:
Antonio se quedó solo ayer jueves. Daban lluvia y llovió a las 9:00, pero luego quedó una buena mañana. Suerte que no encontró caminos con barro:
Y llegó hasta "la Pelos", en el Parque del Manzanares:
Hoy, el cuarteto de MTB, en Esquivias:
Hace nueve años...
Buenas, yo hice lo mismo Gorgonio. Ante la niebla decidí salir mucho más tarde, a las 12:30. La casualidad que nos juntásemos en el último tramo. Fue un placer charlar un rato a tu vera.
ResponderEliminarHasta la próxima
Cierto, Diego, qué agradables esos kms juntos, rememorando viejos tiempos. Un placer.
ResponderEliminarNos faltó una foto !!!
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