lunes, 24 de octubre de 2016

Peña Trevinca (Fonte da Cova) por Orense y por León - 21/09/2016


El de hoy es un reto muy serio. Superar los 27 kms de ascensión de Fonte da Cova por Orense y los 10 kms al 7,35% de media por La Baña, suponen un notable esfuerzo. Los 301 de coeficiente por Orense, más los 181 de León, suman 582, una cifra considerable. La vertiente orensana, sin fuertes desniveles, basa su dureza en la longitud de la subida, los 1400 metros de desnivel total y el incómodo tránsito de camiones que suben y bajan de las minas de pizarra, tan abundantes en la zona. Es a partir del km 20, en el que desaparecen las minas, cuando la tranquilidad de la carretera se une al aumento de su dureza, un dúo que te lleva al cielo, con tu descomunal esfuerzo en la soledad de la montaña. Todo un coloso del que desconozco por qué está olvidado en la Vuelta a España. Puede que los intereses mineros sean la causa. Una etapa de la Vuelta paralizaría la intensa actividad minera, me digo. La vertiente de La Baña, aún siendo más corta, concentra mucha dureza por su alta pendiente media, y si la subimos tras hacer la vertiente gallega, la dureza hará más mella en nuestras doloridas piernas.
Nada menos que 171 fotos se llevó este recorrido, y será difícil hacer una selección. Vamos a ello.
Hemos estado de lujo en el hotel Espada de O Barco. Habitación triple, que en realidad eran tres habitaciones comunicadas entre si, más dos baños. De lujo dormir en una cama de matrimonio yo solito. Fundamental para descansar de la tralla del día anterior y afrontar esta jornada con garantías.
Tras un buen desayuno salimos a las 9:00 y transitamos por las calles de O Barco:
 Cruzamos el puente sobre el Sil. Luce el sol y la temperatura es ideal, unos 15º:
 Llaneamos hasta Sobradelo, lo que nos permite un buen calentamiento:
 Alcanzamos el cruce de Peña Trevinca y nos disponemos a doblegarlo con dignidad:

 Son 27 kms de ascensión, más los 10 de la vertiente leonesa, pero tenemos el día entero para disfrutarlo. Aún no son fechas de encontrar hielo en la carretera:
 El río Casoio tiene unos artificiales tonos turquesa que llaman la atención. Digo yo que será por las minas de pizarra o algo similar:
Alcanzamos la población de Viladequinta, la primera de esta ascensión. Llevamos unos 4 kms en torno al 5%, con un descansillo al paso por esta localidad. Me digo que hasta aquí es como subir la Cuesta de la Radio (sur madrileño), pero lo malo es que aún quedan 23 kms de escalada por delante, y más duros::
Ya son 7 kms de ascenso y el polvo que levantan camiones y excavadora,s en las minas de pizarra, está a la vista en el fondo del valle:
 Nos acercamos a una pared que nos supondrá un esfuerzo mayor. La pendiente media pasará de un 5 a un 6%. Se adivina la carretera en la ladera de la montaña:
 El tránsito de camiones oruga, cargados de "pequeños" trozos de pizarra es frecuente. Pero se nota que la presencia de ciclistas les es familiar y se separan lo estipulado en los adelantamientos:
 Poco a poco ganamos altura, y tras casi 10 kms de ascenso, las primeras vistas del valle aparecen ante nosotros:
 Julio está fuerte. Perdió peso y está ágil el puñetero. Dice que tan solo no pica entre comidas. Habrá que probar. Se nos adelanta. Tras él, Fausto, incombustible. Rodamos a ritmos tranquilos que nos permitan superar el día sin dificultades:
La actividad en las canteras es notable. El polvillo enturbia un poco las vistas, pero qué se le va a hacer. En fin de semana no hay actividad:
Nosotros a lo nuestro, que no es otra cosa que devorar kms poco a poco y contemplar las vistas:
Alcanzamos el descansillo que hay a media subida, con bajada incluida, lo que nos permite oxigenar las piernas:
Y volvemos a la rutina, que es seguir la escalada. Unos simpáticos franceses que se hospedaban en nuestro hotel, nos animan a pie de carretera:
Es enorme la cantidad de minas en la zona. Las pistas por las que suben y bajan los camiones oruga se dibujan con claridad en la montaña:
Curioso nombre el de esta empresa de pizarras. Esperamos que se lleven bien:
Tras 15 kms de escalada, alcanzamos el cruce de Casaio. Caigo en la cuenta de que voy escaso de agua. Pregunto y me dicen que ya no hay fuentes, pero bajar el km de Casaio supone recuperarlo. Algo encontraré, me digo:
La verdad es que no había que llegar al pueblo. A 400 metros hay una gasolinera, pero no la vi desde la carretera. Entonces decidí apartarme en este desvío hasta la empresa del fondo. Ahí tienen una buena manguera con agua fresquísima:
Seguimos la subida y disminuye considerablemente el tránsito de camiones. Quedan pocas canteras a estas alturas. Casaio al fondo, colgado en la ladera de la montaña:
Y todos los trozos de pizarra que no sirven por su pequeño tamaño, se amontonan en espacios determinados junto a la carretera:
Entramos en los 7 kms finales, los más duros. La carretera se aprecia en la ladera de la montaña:
Última mina que vemos. Se ven muy bien los cortes de los que salen los grandes bloques de pizarra que arrancan a la montaña:
Entramos en el km 21, el más duro, con una media del 10% enterito:
Fausto y Julio no me esperaron cuando paré a por agua y se me han ido cada vez más lejos. Pasado ese km duro y con la altura ganada, las vistas de la carretera se ofrecen por debajo nuestro:
Qué lejos y abajo queda la última mina antes mencionada:
Estos kms finales son más duros, pero la montaña es más bonita y no hay tránsito de vehículos:
Seguimos viendo Casaio allá a lo lejos:
Solo quedan 3 kms y se adivina el collado donde corona el puerto. Esta zona tiene un 7% mantenido:
Las instalaciones de la estación invernal me hacen creer que la cima está ahí:
Pero no. En esta imagen se ve el cartel de puerto y mi compi Fausto junto a él. Aún queda una buena rampa al 10% para coronar:
Hotel restaurante de la estación, ya en la provincia leonesa, como atestigua el poste kilométrico:
Y llegada a la cima:
Coloso al zurrón:
Y foto de grupo tras superar más de 1400 metros de desnivel:
Continuamos y pasamos ante el cartel de la vertiente leonesa:
Vista de la vertiente de La Baña, a donde nos dirigimos:

Comenzamos el descenso. Julio ya desciende tras la herradura:
Ni rastro de La Baña. Jugamos a las adivinanzas en estos casos. ¿Dónde estará?:
Pues ahí la tenemos. La vertiente de Las Gobernadas está a la izquierda:
Julio probó esa primera rampa de Gobernadas y comentó que no es tan dura como aparenta:

La bonita localidad de La Baña. Al fondo la carretera de Encinedo, que se junta más adelante con la de Llamas de Cabrera (Virgen del Valle):
Alcanzamos la población y callejeamos en busca de un restaurante BBB:
Tras una buena comida a base de pasta y churrasco, hacemos algo de turismo:
...y retomamos la jornada ciclista en busca de la vertiente leonesa de Peña Trevinca, el otro nombre de Fonte da Cova:
Cuesta coger el ritmo tras una buena comida, a pesar de reposar un rato, y la primera rampa de salida de La Baña es muy dura:
Poco a poco se me van mis ilustres segovianos. Tengo que poner el ritmo que más me interesa:
Esta vertiente es menos regular que la de Orense, y alterna tramos duros con otros que te dejan respirar:
Encuentro un punto de pedal muy bueno. Fausto y Julio van de cháchara y ni se han enterado que les he pasado:
Pero poco a poco me pillan. Comenzamos a ver en el horizonte el duro final de esta vertiente:
Una mirada atrás:
Dos kms finales. Media en torno al 10%:
Coronando una rampa al 14%:
Nueva vista atrás a esta parte tan dura que hemos superado:
Y aún quedan unos 500 metros al 5-6%:
Alcanzamos el cartel Julio (se volvió en mi busca) y yo. Fausto baja con mucha precaución y siguió:
Nuevas fotos testimonio de la conquista:
Larguísimo descenso hasta Sobradelo y 8 kms finales casi llanos junto al Sil:
Entrada en O Barco tras esta épica etapa:
Hoy tocaría salir a tomar unas cervezas por el malecón del Sil y una buena y reposada cena en el restaurante Fernando III.

2 comentarios:

  1. ¿Cuánto peso ganáis en cada etapa? jajaja

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    1. Comemos muuucho, pero lo desgastamos con creces, jajaja. La comida de La Baña se consumió en la segunda subida a Fonte da Cova.

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