Verano de 1986, 15 de julio, vacaciones en Formigal (Huesca). Coincidieron las noticias que me llegaban del Tour de Francia, con Perico Delgado ganando en Pau la etapa 12 del Tour, muy cerca de donde nos encontrábamos, con mi primer encuentro real con los grandes colosos pirenaicos: Portalet, Aubisque, etc. Quedé fascinado y en mí se encendió la primera llama de locura por los puertos. Me decía que subir esos monstruos en bici sería épico, y consideraba que no estaba a mi alcance, pero esa primera llama no se apagó. Quizá algún día...me decía. Nunca se me olvidó. En 1992, con 37 años, le compré en Toledo a Fede Bahamontes mi primera bici de "carreras", la FEDERICA, 53x42 y cinco piñones de 14 a 24 dientes. Dieciseis kilos de bici. Aún la tengo, con manillar de paseo, para Valdemoro, aunque a veces me hago 50 kms con ella. Mis primeros puertos en los montes de Toledo, Los Yébenes y Marjaliza, me parecieron brutales. En 1995 le eché el ojo a Navacerrada y Morcuera, pero con la Federica era poco menos que imposible. Mi sobrino José Ángel tenía una BH con cuadro y llantas de aluminio y, lo más importante, con 39x 27. Con ella me hice los primeros grandes puertos de Guadarrama. En el descenso a Miraflores lloré de felicidad por mi gesta. En 2004, con la QH, me estreno en los Pirineos y descubro la web Altimetrías. Gracias a Juanto (QPD) y Ander, me entra la fiebre, la locura por los puertos de montaña. Nace el Reto CIMA y me hago los puertos de Asturias, Cantabria y Galicia. Esto ya no hay quién lo pare. Aparte de otros puertos de la geografía española, comienzo a poner el punto de mira en los colosos europeos. En 2005, junto a Alberto Álvarez, hago Aubisque, Soulor, Trumousse, Tourmalet y Luz Ardiden. Orgásmico. En 2009 marcho con la familia a los Alpes franceses y Suiza. Por el camino hago una parada en el Mont Ventoux y a 4 kms de coronar me vuelvo para no llegar tarde al hotel de Grenoble. Horrores me costó dar la vuelta cuando ya tocaba la cima. Ya en Grenoble hago Alpe d`Huez, Croix de Fer, Glandón, Telegraphe y Galibier. Luego, en Suiza, Sustenpass y Grimselpass. Veleta, Covatilla, Morredero, Pandera, Yelmo, Ancares, etc, van engrosando mi zurrón. Y en 2020, por fin, junto a mi gran compañero de Altimetrías Manel Gómez Mollet, comienzo a hacer planes para cerrar el cuarteto europeo por excelencia: TOURMALET, MONT VENTOUX, GALIBIER y STELVIO. Nuestros planes eran para junio de 2020, pero la pandemia de Cóvid, especialmente virulenta en la Lombardía italiana, más los confinamientos, echan por tierra nuestro proyecto. Hemos de esperar a que pase la pandemia. A finales de 2022 vemos viable reemprender el plan y lo activamos para julio de 2023.
Quiero manifestar mi profundo agradecimiento a Manel y Elena por su generosidad al acompañarnos, guiarnos y dedicar su tiempo desinteresadamente a nuestro lado. Su compañía y apoyo en este proyecto ha sido fundamental. Ellos, que ya conocían los Dolomitas, nos han proporcionado la seguridad necesaria. Y cómo no, a mi querida esposa Elvira, paciente y abnegada, siempre mostrándome su cariño y alegría. Gracias, cariño, por permitirme disfrutar de esta experiencia ciclista soñada. Gracias.
El 7 de julio, San Fermín, nos poníamos en marcha hacia Amposta, donde viven nuestros amigos. La cosa empezaba mal porque a 150 kms de Amposta se nos estropeó el AA del coche. Qué calor. Ya no recordaba lo que era viajar sin aire acondicionado, con las ventanillas bajadas. En Amposta hicimos noche en casa de nuestros amigos, donde nos sentimos cómodos por su gran hospitalidad.
Junto al Ebro:
Con Manel y Elena ante el Puente Colgante, destruido en la Guerra Civil:
Toda la familia de Elena y Manel, majísimos, en un agradable paseo nocturno:
Amanece en el Delta, con un Ebro en sus últimos metros a punto de rendir tributo al Mediterráneo:
San Remo:
Solicité inscripción en su célebre festival, pero ya estaba cerrada. Así que...canté al viento:
Nuestras primeras pizzas y Morettis:
Entramos en Dolomitas y de inmediato me sorprenden sus montañas, tan verticales, más que en los Alpes franceses, y de gran belleza. Comienzo a babear...
Desde el coche comencé a quedar impresionado por la belleza de esta zona. Qué sería desde la bici...
Impresionantes las moles de granito que montan guardia junto a la carretera:
La llegada a la cima es sencillamente aposeótica, como el final de un castillo de fuegos artificiales en las fallas. Esta es la bajada a Corvara in Badía, sede de nuestras dos primeras noches, descenso que haríamos en bici al día siguiente. Dolomitas, paraíso ciclista, al menos una vez en la vida, no lo dudéis, compañeros:
Deseando montar la flaca...
La cara sur del Passo Gárdena. Dios mío, qué belleza
La cima:
El descenso a Corvara...
Nuestro hotel en Corvara, muy recomendable:
Preparados para la ruta de mañana... Nosotros la hicimos de izquierda a derecha. Yo destaco la vertiente norte del Pordoi, por Arabba y la norte del Gárdena. Había que elegir. Y el Pordoi por Arabba no tiene comparación. Es de una belleza increíble:
A pesar del contraste de luz, no me resisto a compartir esta foto que representa a la Maratona dolomítica, la QH italiana, por delante...
...y por detrás:
Momento de cargar baterías, con alguna que otra cervecilla...
Vistas desde la habitación del hotel...
Anochecía y a descansar, como niño en víspera de reyes:
(CONTINUARÁ)
Actividad de la grupeta entretanto:
Antonio y Lerín en el Castillo de Casasola:
Tomando café en el Cortijo de San Isidro:
Carpin en Perales del Río:
Llobell disfrutando en el valle de Somiedo, desde La Farrapona:
La grupeta sabática:
Grupeta dominical en Perales de Tajuña:
Madre mia que curriculum de montañas tienes en el zurrón!!!. Ojalá pudiera visitar algún día los Dolomitas y disfrutar de subir esas montañas con la bicicleta. Alucino con los desarrollos que tenían esas primeras bicicletas de carretera que tuviste. No entiendo porque no pudiste terminar el Mont Ventoux. Deseando leer la primera ruta.
ResponderEliminarUn saludo. David
Sin duda te llegará la oportunidad de visitar los Dolomitas, David. A los desarrollos de aquellas bicis, súmale su peso. Por eso, los ciclistas de los primeros años eran auténticos héroes. Por cierto, hoy ha muerto Bahamontes, que en paz descanse, y aunque era de esperar, por su edad (95 años) el ciclismo español queda un poco huérfano. Él fue el pionero del ciclismo en España, como Santana en tenis, Seve en golf, etc. Mi FEDERICA está de luto.
EliminarNo pude terminar el Ventoux en 2009 porque teníamos que llegar al hotel de Grenoble antes de las 21:00 y ya eran las 19:00. Me perdí en Bedoin y me fui hacia Malaucene. Cuando me di cuenta me volví. Esa media hora que perdí fue la que me faltó para coronar. Y aún así, llegamos a Grenoble a las 21:10, jajaja.
Saludos, David.