jueves, 24 de abril de 2014

CIMEANDO ENTRE ESPAÑA Y PORTUGAL - 16 de abril de 2014


 "Cimeando" viene de Cimear, es decir, de hacer o conquistar CIMAS. Es la actividad del reto CIMA (Certificado Ibérico de Montañas Ascendidas) en el que participo con entusiasmo desde hace unos años. Un reto que me tiene totalmente cautivado y supermotivado para recorrerme la Península Ibérica entera, en busca de sus puertos más bellos y atractivos, producto de la investigación y el debate de un entusiasta grupo de amigos aficionados a este bonito deporte que es el ciclismo. El que quiera saber más de  este reto que visite esta interesante página: http://retocima.webcindario.com/index.htm
Ya he completado 144 ascensiones de las casi 700 que componen el reto y cada vez me siento más atraído por esta lúdica actividad. Lo peor es hacer las ascensiones en solitario, pero, aún así, resulta gratificante.
El pasado miércoles santo aproveché el período vacacional para acercarme a Salamanca y completar las tres ascensiones que me quedaban, de gran belleza, en la Sierra de Francia y Arribes del Duero. Aproveché la cercanía de Portugal para hacer la cata al vecino país, con todo un mihura de tan solo 4 kms, pero impresionantes cifras. Paso a contároslo. El título que sigue es un enlace a la crónica que colgué en la página de Altimetrías:

 CERRANDO SALAMANCA Y ABRIENDO PORTUGAL.

Cuando fui a la Sierra de Francia con mi antiguo club hace unos años, diseñé una ruta que pasaba por el Portillo de la Batuecas y acababa en La Peña de Francia, dos sabrosos cimas salmantinos. Pero no me enteré de que la ruta diseñada descendía Mogarraz, en cuyo descenso pensé que bien podía ser un cima, y al llegar a casa lo comprobé con desolación. Allí se quedó Mogarraz, solito, porque los puertos del sur salmantinos los hice en la gran quedada de Béjar. Tocaba ir a por él y luego desplazarme 100 kms en busca de Saucelle y Aldeadávila. Ilustres cimeros como Miguel Mikmik44, Fernando Doc Holliday, Rafa Rascoot, etc. me precedieron por esta zona y se llevaron en la saca la cata portuguesa: Poiares. Yo no iba a ser menos y lo incluí en el menú, así como el cercano Fermoselle zamorano, aunque éste no pude subirlo por circunstancias que luego explicaré. Empecemos el primer capítulo.

SA09-MOGARRAZ



Son las 5:15 de la mañana del 15 de abril de 2014. Hoy hace un año que me operó el doctor Mata y no me puedo encontrar mejor gracias a Dios. Esta empresa ha confirmado lo que ya adelantó la incursión en los cañones del Ebro, allá por octubre, y los cuatro cimas que subí al día siguiente: que no me resiento de la espalda y, además, las rodillas se comportan bien y me permiten pedalear sin apenas inconvenientes. Salgo de casa y echo gasóleo en la gasolinera de Rompecubas, la más barata de la Comunidad madrileña después de la de Leclerc, en Pinto. A 125,9 centimos litro. Me pongo rumbo a Salamanca y paro en Vecinos, a las 8:10, a desayunar un buen café con leche y una tostada ¡¡de jamón!!, que no tenían mantequilla y mermelada. Claro...en la tierra del jamón ibérico qué te puedes esperar. Ayer avisé a Salva y me dijo que no sabía si podría acercarse. Le mando un washap y me contesta que sale en bici hacia Casas del Conde para subir Mogarraz conmigo. ¡¡Estupendo!! Cuando llego al cruce de Cereceda de la Sierra, sale un ciclista a incorporarse a mi dirección y pienso que no puede ser otro que Salva. Efectivamente. Nos saludamos y continúo, que él llegará poco después. En mi acercamiento a San Miguel de Robledo capto imágenes como ésta de SA06-PEÑA DE FRANCIA:



Y en San Miguel compruebo que los cerezos aún están en pleno apogeo floral:



Continúo y llego a Casas del Conde. Enseguida llega Salva, me cambio y salimos a hacer la ruta, no sin antes hacernos esta foto:



Descendemos hasta el río Francia, lugar en el que empieza esta vertiente o inicio. Conozco la otra y me gusta más esta, a pesar del firme botoso:





Enseguida llegamos al cruce donde se unen los dos inicios diferentes del puerto:



Mogarraz es muy tendido, sin dificultades y se sube con comodidad. Vean las caras de sufrimiento que llevábamos:





Alcanzamos el pueblo y Salva, que me va amenizando la subida con sus conocimientos de la zona, me comenta que la torre de la iglesia no está unida al templo, curiosamente como los campaniles del cuatrocento italiano:



Además me dice que la mayoría de las casas tienen en sus fachadas los retratos de sus moradores en plena juventud, encargados a un buen artista local, que los pinta al fresco en las paredes, algo que no percibí en mi visita anterior, en 2008. Igual esta actividad es posterior a esa fecha:



Pasado el pueblo, alcanzamos el cruce de Monforte:



Y continuamos un placentero pedaleo. Cómo iba a echar de menos a Salva el resto del día:



Poco después llega otra vista espectacular de la subida, con la Peña de Francia en el horizonte y los lados flanqueados por los robles despertando de su letargo invernal:

 



Y coronamos en el cruce de Sotoserrano. Allí nos despedimos, agradeciendo a Salva su buena compañía, y yo emprendo el descenso. De no tener que desplazarme a Saucelle, lo suyo hubiera sido seguir con Salva hasta El Cabaco, su pueblo, y terminar la ruta circular por San Miguel:



Descendiendo, paro a tomar esta bella imagen del puerto con la Sierra de La Covatilla al fondo:



También capto esta vista de Casas del Conde entre los árboles, ya cerca de acabar el descenso:



Guardo la bici en el coche y salgo para San Miguel. La subida por este lado es bonita y bien podría ser cima. Paro a sacar estas vistas:

 



Y continúo hacia Saucelle. Son las 11:30 y me espera un largo traslado que me va a entretener con los continuos pasos por el interior de pueblos, sin rebasar 50 km/h. A las 12:45 llego a Saucelle. Pero esta nueva ruta merece otro capítulo.


PR21-POIARES Y SA02-SAUCELLE.



Como decía antes, llego a Saucelle a las 12:45, muy retrasado a causa del largo desplazamiento. Busco un sitio para aparcar, monto la bici, como y bebo y arranco el segundo sector:



La carretera es botosa, con firme irregular, y el descenso es un poco pesado, pero en cuanto veo esta imagen:



...se me pasan las quejas y me entusiasmo con el espectáculo natural que ven mis ojos. La bajada hasta la presa; la posterior subida, ya en Portugal, hasta la carretera que me llevará al pie del coco del día: Poiares, que debe ser algo parecido a subir la montaña de enfrente:



Continúo bajando y disfrutando de las bonitas vistas:



...y me llama la atención esa carretera que sube por ese valle. En el mapa descubro que va a Barca d´Alba y de ahí se llega a La Fregeneda. Bonita ruta y otro posible cima portugués:



Sigo descendiendo y observo el poblado de los obreros que construyeron la presa en su día:



Poco antes del final de la bajada me aparto hasta un mirador y disfruto con estas vistas sobre el embalse:

 



 

Atravieso la presa y entro en Portugal, sin guardias ni vigilancia alguna, que para eso ya somos de la UE:



Portugal me da la bienvenida y me aplico a ascender este muro hasta la carretera superior. Durísimas rampas las de esta cota. Y el sol calentando de lo lindo, pasando de 30º con holgura. Hermoso recibimiento del país vecino:

 



Corono y saco una foto de la pared de Saucelle que me espera a la vuelta de mi incursión portuguesa:



Y pongo rumbo a la subida de Poiares. Por el camino me llaman la atención las vides cultivadas en terrazas que jalonan la carretera. Buen vino, auténtico ribera del Duero, saldrá de estas plantaciones:



Enfrente veo lo que sin duda para mí es el puerto, con la carretera ascendiendo la parte alta de la montaña en tan corto espacio. Madre mía, lo que se me viene encima:



Llego al cruce y lo paso un poco para sacar esta foto:



...y me aplico en ascenderlo con paciencia, porque Poiares es un puerto para subirlo despacico y disfrutar de sus vistas. Si lo subes rápido, no te dará tiempo a delitarte con sus magníficos paisajes. Por ello, prohibido pasar de 10 km/h, excepto en algún descansillo, jajaja:



Empezamos la escalada y desde el primer metro sabemos que lo vamos a pasar mal, pues ya estamos por encima del 10%, pero me digo que solo son 4 kms y me conformo. La carretera está preciosa, salpicada de primavera: 


Meto todo el desarrollo: 30x29, que no es cuestión de dejar piñones para el final. Hay que reservar fuerzas desde el principio. En esta vista se aprecia por dónde hemos de subir:



Se presenta la primera rampa seria. Empiezo a acordarme de la Cuesta de Cabanes, salvando las distancias, pero esta carretera es más ancha y permite hacer SSS con facilidad. En una de ellas, la cadena me pega un salto que a punto estoy de irme al suelo. Parece ser que llevaba el cable del cambio poco tenso y esa era la razón, pero eso no lo supe en el momento y, como volvió a ocurrir, bajé al 26 y problema solucionado. Así que subí con 30x26:



Tras un nuevo rampón, la carretera gira hacia la izquierda en busca de la herradura que nos lleva a la línea superior que se divisa al fondo:



Vamos ganando altura con rapidez:



Y ya tenemos a la vista la herradura del piso superior:



Esta es la herradura. Aquí también debería poner: "empieza el infierno". Nos enfrentamos al último km, en el que el clinómetro se mantendrá casi siempre por encima del 15% y alcanzará picos superiores al 20%:



La vigésima letra del alfabeto, toma protagonismo en esta parte de la subida. Mis pulsaciones se disparan por encima de 170, y la cadena aún me hace algunos amagos de saltar. Me lo tomo con paciencia. Me adelanta una gran lagartija portuguesa. Cómo corre la jodía, y cuesta arriba. No puedo seguirle la cola:



La temperatura es muy alta, 34º, no traje crema solar y Lorenzo me está tostando a fuego lento. Vaya brazos me va a dejar. Alguna nube se cruza gentilmente en el camino del sol y me da un respiro, pero el sudor cae de mi frente a borbotones. Bebo agua sin parar, que no es cuestión de deshidratarse. Por la derecha empiezo a asombrarme con las vistas del valle:

 



Curiosas formaciones rocosas las de esta zona:



La pendiente aumenta. Ya no puede ser mucho mayor, me digo. En cada curva del fondo tengo la esperanza de ver el final, o intuirlo. Pero no llega. Hay que aguantar como sea:



De nuevo me asomo a la derecha. Es impresionante la vista de lo ascendido, con el Duero al fondo:



Pero esto no ha acabado aún. Me queda la traca final, porque espero que aquella cota sea el final del puerto; o al menos tengo esa ilusión:



Gracias a Dios es el final. Echamos la vista para atrás y vemos esto:

 




Y nos hacemos la foto en este portuguesísimo cartel, que anuncia un mirador al que no me apetece subir dada la distancia y mi calzado:



Por si hay duda, esta otra foto (móvil):



Aparece el cartel que anuncia la proximidad del pueblo de Poiares y me lanzo cuesta abajo a todo tren. Llevo una sudada de espanto, pero agradezco el viento fresco. La pendiente es fuerte y paso de 60 km/h con facilidad:

 



Llego al pueblo, a la plaza. Veo un señor mayor a la sombra. Me acerco y le pregunto por un bar. Creo que no me entiende. Silabeo, como en las películas y ni leches. Me contesta en portugués y, francamente, a un gallego se le entiende mejor. Coño, con lo cerca que estamos de España y ni una palabra en español. Le hago gestos de empinar el codo y me lo coge al vuelo. La verdad es que también era un poco sordo. Me indica donde hay un bar, pero no me entero de nada. Doy una vuelta por la plaza y veo un fuentecilla de esas de pulsar un botón y salir un chorrito hacia arriba. Sacio mi sed y lleno el bidón, bueno, a medias, porque no podía tumbarle. Foto (móvil) en la Plaza de Poiares:



Y ahora, ¿por dónde salgo? Ni señal que me indique por dónde sigue la carretera. Miro en el GPS y no lo pone. Solo veo mi situación. Lo que no me pase a mí... En esto que llega un coche con dos jóvenes que tampoco hablan na de español. Les pregunto para volver a España y me indican el camino del puerto. Les digo como puedo que por el lado contrario. Al final me entienden y me dan indicaciones. Solo pillo que he de pasar por adoquines y luego subir "por la montaña". Jodo, que trance, y el reloj corriendo. Encuentro los adoquines y llego a una plaza con cuatro salidas, dos en cuesta. ¿Por dónde tiro? Hay dos mujeres hablando en su puerta. Me acerco y pregunto. Estas me entienden menos y hablan portugués a mil por hora. Pero al final capto que debo girar a la derecha en la plaza. Llego a la plaza y a la derecha hay una rampa del 18% lo menos. Madre mía cómo no sea por ahí. Subo a chepazos y me miran unos albañiles en el tajo con extrañeza. Me mosqueo. Pero al fondo diviso un stop, ¡¡salvado!! Es la carretera. Continúo ascendiendo y al coronar hay un cruce. A la derecha la carreterilla creo que va a un mirador frente a la presa de Saucelle. Ignoro esa carretera y sigo de frente. Veo al fondo una carretera que se mete en Portugal de lleno y me pregunto si será la que llevo. Jolín que preocupación. Pues hay que comprobarlo. Me lanzo para abajo y descubro con satisfacción que hay un cruce y a la derecha voy para España. Menos mal. Respiro profundamente. Poco después llego a este cruce:



Sigo a la derecha. Descenso continuo. He agotado el agua (serán los nervios) y paso junto a una fuente que parece un abrevadero de ganado. Pero no hay cartel que prohiba beber. Pruebo el agua y está divina. Lleno el bidón y me lo bebo de un tirón. Lo lleno de nuevo y continúo:

 



Bajo a la presa y comienzo la ascensión de Saucelle, con un primer km bastante duro, pero luego la pendiente suaviza y se hace muy llevadera. Mientras asciendo vuelvo a disfrutar de este marco natural incomparable:



Y concluyo un nuevo cima, el tercero del día:



Mientras me acerco a Saucelle me llama la atención lo recortaditas que están las encinas por abajo. Tan igualaditas que no puede ser más que consecuencia de la altura a la que llegan las reses que se alimentan de sus hojas. O quizás sea otra la razón:



Saucelle:



Y avituallamiento en un bar del Atleti en vísperas de que el Madrid se proclamara Campeón de la Copa del Rey. La cerveza de medio litro que me tomé me supo a gloria:



Poiares y Saucelle me han parecido dos Cimas memorables y recomendables. He disfrutado mucho. Únicamente reprobar el mal firme de Saucelle, pero ciclable, al fin y al cabo.
Yo propongo a los que dispongan de tiempo salir de Saucelle hacia Hinojosa del Duero, que no parece mala carretera, y descender por esa vertiente hasta la presa, hacer la incursión de Portugal y luego ascender Saucelle, para no pasar por el mismositio en ningún momento. Salen 69,2 kms y 1.956 metros de desnivel. Mapa y perfil:




SA04 - ALDEADÁVILA.


Mientras me comía el bocata y me bebía mi merecida jarra de cerveza (qué delicia; cómo entraba) me preguntaba el señor del bar por mis planes. Le comento que voy a Aldeadávila y quiero subir desde abajo al mirador de la presa, para luego descender y continuar la escalada hasta el pueblo. Él me apunta que no hace falta que vuelva a bajar, porque esa carretera sigue hasta el pueblo. Yo le digo que aunque siga, quiero bajar y subir la vertiente oficial completa. El error estaba sembrado. Llego a Aldeadávila, saco la bici y como quiero hacer Fermoselle para acabar (aunque no me dé tiempo a hacer la ruta envolvente que me aconsejó Miguel), pienso que voy a bajar hasta el mirador por la carretera desde el pueblo y así me ahorro la ascensión al mirador desde abajo y gano tiempo. Llego al cruce donde está la señal que indica "Mirador del Fraile" y tiro hacia la derecha, a dicho mirador, creyendo que es el mismo que visitó Miguel. Llegando a él empieza a corroerme una terrible duda: que el mirador de Miguel y éste no son el mismo y que igual la carretera no sigue y me tengo que volver por el mismo sitio. Y mis sospechas se confirman, cagüen to lo que se menea. La carretera por la que llego se acaba ahí. El mirador de la presa está más abajo que el del Fraile y no hay conexión entre ambos. Jodo, mi gozo en un pozo. Me resigno y veo a Fermoselle salir volando. Bueno, no hay mal que por bien no venga. Volveré para que mi mujer vea esta zona y echaré la bici para hacer la ruta circular de Fermoselle y la vertiente de Playa del Rostro. Pues nada, al menos disfrutaré el Mirador del Fraile, en el que las vistas también, son espectaculares:

 



 

Tras el disfrute de este precioso paraje regreso por el mismo sitio (ver mapa) hasta el cruce que me llevará hasta la base de la presa. Antes fotografío los dos miradores, vista que al bajar me levantó las sospechas:



El error me hizo perder un tiempo precioso. El regreso del Mirador del Fraile lo hice por esta carretera:



Ya estamos abajo para empezar la ascensión de esta vertiente:




Como vemos en la imagen, el asfalto hasta el cruce donde empieza el muro, es impecable. No sé si los que habéis subido antes ya lo disfrutasteis así:

 



Llego al cruce de la carretera que sube al mirador y paso de subir, porque no creo que las vistas sean mejores que las del Mirador del Fraile ya visitado:



Vamos ganando altura en una ascensión que con este buen asfalto es muy llevadera:

 



Una forma de fotografiarse a sí mismo en plena ascensión:



La tarde va cayendo y lamento que ni siquiera me va a dar tiempo a hacer la vertiente de Playa del Rostro:



Antes del desvío hacia Aldeadávila hay un buen tramo con muy poco desnivel, que te permite recuperar para afrontar el tremendo muro que se avecina tras este cruce:



La foto no hace justicia al 15% que hay en esta zona:



En esta otra se aprecia mejor, a la vez que os muestro mi esfuerzo. Sudaba a borbotones:



No se vayan que aún hay más:



Y en el cruce, con la puesta de sol, se acabó el estupendo día de ciclismo que empecé con Salva en Mogarraz. La foto no es muy buena, no sé qué pasó, pero es la de Aldeadávila al zurrón. La hice colocando la cámara sobre la señal de stop. Se aprecia el cruce del Mirador del Fraile (derecha) y la presa (izquierda):



Poco después me cambiaba y me metía en un hostal de Aldeadávila a ver al Madrid. Salí para casa a las 12:20 y en Salamanca, en una rotonda antes de coger la A-50 para Ávila, un control de alcoholemia de la Guardia Civil a la 1:40. Solo faltaba que me multaran y no pudiera seguir conduciendo, pues me tomé un par de cervezas viendo el partido. No recordaba cuánto tiempo hacía desde que bebí. Soplé y a continuación el agente me pidió el carnet de conducir. Le dije al guardia que lo llevaba en el maletero y me dijo que no hacía falta, que podía seguir. Loado sea el cielo. Llegaba a casa a las 4:15, tras parar dos veces para ahuyentar al sueño traicionero. Confieso que me dormía sin cerrar los ojos.
Ánimo a los que os aventuréis por esta bonita zona. Merece la pena. Espero haberos proporcionado algo de ayuda.
Hasta la próxima.

9 comentarios:

  1. Preciosa zona, Gorgonio. Y más en primavera. Ese verde no había en enero, aunque me sorprendió mucho la cantidad de vegetación que sobrevivía al frío.

    Una suerte haber contado con Salva. Yo ya llevo dos sin poder coincidir con él. Espero que a la tercera vaya la vencida.

    Llévate a tu mujer a Fermoselle. La Playa del Rostro le encantará y podrá sujetarte en la bici para facilitar la arrancada en parado en la rampa de salida al 18%, jajaja

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  2. Probablemente tíos como tu conquistaran América en el siglo XVI. ¡Sagerao!

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  3. José A. Puerma25 abril, 2014 02:52

    Buenas noches.
    Preciosas fotografías, que hacen aventurar que pasarías un día estupendo de ciclismo, que al final se culminó con La Copa del Rey.
    ¡¡Qué más quieres Baldomero, si eres guapo y con dinero!! Jajajaja

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  4. Me ha gustado mucho todo el recorrido que has hecho hermano

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  5. Joseba, la Playa del Rostro no está en Fermoselle, está en Aldeadávila, ¿no? ¿De salida un 18%? Jajaja...
    Si hubiera nacido en 1450, me hubiera apuntado a ir a las Indias, Manolo. Me encanta la aventura de lo desconocido, abriendo nuevos horizontes.
    Un gran día de ciclismo, Jose; os eché de menos. Hay terreno por ahí para una buena ruta de nuestro grupo, y mucho que ver para nuestras mujeres. Y el remate final de la Copa del Rey, el broche de oro.
    Querida hermana, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.

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    1. Uy!! Cierto, en Aldead´avila. Amaia me tuvo que sujetar en la bici como si saliera de una contrareloj orque no era capaz d meter la cala, jajaja

      Por cierto, estoy en la tablet y se ven las fotos chul´isimas. El sudor de la antepen´ultima es como tridimensional. ;-)

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  6. Grande, Gorgonio. Precioso recorrido. Eres una mákina!!

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  7. Bonito, ¿verdad? Algún día os llevaré por allí. Merece la pena.

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  8. Antes de volver a cimear por Salamanca te ves este vídeo:
    http://www.rtve.es/alacarta/videos/espana-entre-el-cielo-y-la-tierra/espana-entre-cielo-tierra-susurrando-romanceros/1465667/ para que te hagas una idea. Saludos

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