Ha sido mi primera salida con la flaca desde que me operaron, tras cinco días de spinning en los que hice unos 15 kms diarios con buenas sensaciones. Pensé que podría probar, a ver qué tal. En principio, tan solo pensaba llegar al cruce de la Warner y volver, pero como llevaba muy buenas sensaciones, decidí volver por San Martín y Ciempozuelos. Todo el trayecto he ido con dos canciones en la cabeza: Aleluya, de Massiel y Libre, de Nino Bravo, sobran las explicaciones.
La experiencia ha sido buena por:
- Recuperar la sensación de libertad sobre la flaca, con esa brisa tan agradable en el rostro, tras tantos días en casa.
- Superar la intervención de la espalda con muy buenas sensaciones, sin inconvenientes. En ningún momento he tenido dolores en esa zona.
- Llegar físicamente muy entero.
En cambio, hay problemillas que espero se vayan solucionando, pero que me han mantenido preocupado:
- La rodilla izquierda, que antes no me molestaba, me daba pinchazos frecuentes, parecidos a los que me han traído por la calle de la amargura en la rodilla derecha. Quiero pensar que se debe a que he perdido la musculatura, pues el traumatólogo me aconsejó, en su día (cuando empecé con la rodilla derecha), que no dejara de montar en bici por ese motivo. La derecha también me molesta. Como esto no se solucione...
- He llegado con un dolor muy molesto en el trasero, por tantos días sin montar. Habrá que hacer otra vez callo, sí o sí.
Os dejo unas fotos de esta experiencia:
He dormido esta noche como si al día siguiente fuera a hacer la Quebrantahuesos, soñando que ya pedaleaba, libre como el ave que escapó de su prisión. Me levanto nervioso, fíjate tú, desayuno bien y me hago esta foto con mi máquina de spinning, que me ha aportado las primeras buenas sensaciones.
Me siento libre, como el Sol cuando amanece y la Luna se resiste a desaparecer, ¡¡Señor, qué gozo!!
Pedaleo con soltura. La espalda se comporta bien. Meto plato hacia el cruce del hospital. ¡¡Qué emoción!!
Paso sobre la A-4, bulliciosa y dicharachera a estas horas de la mañana. Veo el FFCC y recuerdo la tragedia de Santiago y los duros momentos que estarán pasando familiares y heridos...
Alcanzo el cruce de la carretera de la Warner, decido seguir hacia San Martín y el repecho me parece el Tourmalet.
Valdemoro desde la carretera de la Warner Bross. En primer plano, a la izquierda, los macroalmacenes de el Corta Íngles, como decía el chiste.
Me hago esta foto a contraluz y con el pulgar hacia arriba, señal de que todo va viento en popa. El viento me da de cara. Mejor, pienso, para subir Ciempozuelos con viento a favor. Noto pinchazos esporádicos en las rodillas y pienso que serán fruto de la inactividad y que cuando caliente más irán desapareciendo.
Bajo la Cuesta de la Yesera hasta la estación, para alargar un poco el kilometraje. Alcanzo los 47 km/h, sin forzar.
Regadío y secano, verde y amarillo, los contrastes de las vegas, con San Martín al fondo.
Final del carril bici que viene de la colonia de San Fermín de Madrid, atravesando La Marañosa.
San Martín se despereza. Qué bueno volver a rodar por aquí.
No podía faltar esta foto en la fuente que tantos apuros ha salvado con los rigores de la canícula estival, en los finales de nuestras salidas.
Salgo de San Martín de la Vega y me dirijo a Ciempozuelos. Al fondo la villa de Titulcia.
Largas rectas por la vega del Jarama, cuyos maizales están madurando. Por aquí, las molestias en la rodilla izquierda continúan. Pienso que puedo tener las dos rodillas igual y me preocupa. Es la parte oscura de esta primera salida. Sin ella, la fiesta hubiera sido redonda. Espero que con los kms vayan desapareciendo esos pinchazos.
Corono el repecho anterior a Ciempozuelos con suficiencia. De fuerza voy muy bien. Creí que el viento me daría a favor por aquí, pero seguía de cara...¿o es que a los ciclistas siempre nos parece que el viento es de cara?
De pronto me pasa este chaval y se me va unos metros. Y me sale mi instinto de caza. Como no va fuerte, aprieto para probarme un poco y le cojo rueda.
Este rodar en las horas frescas de la mañana era lo que ansiaba. Se acerca mi coco particular del día...
Mi coco de hoy, la cuesta de Ciempozuelos, 1,8 kms al 3,5 %, para mí, tras el postoperatorio, suficiente prueba de choque.. Como vemos, con mucho tráfico la cuestecita en cuestión.
Pasando por el cruce del cementerio. Seguían los pinchazos de la rodilla izquierda de vez en cuando, y yo comiéndome el coco, mientras subía el coco.
Ya he subido todo lo que tenía que subir. Al fondo, la Bola, que da nombre al célebre repecho que solemos subir al principio y final de ciertas etapas. Allí se encuentra también el famoso Cerro de los Batallones, célebre por sus yacimientos paleontológicos del Mioceno superior.
Y final de salida.
Velocidad, pulsaciones, calorías y distancia total. Un buen botín para ser la primera salida desde la operación.
Entrando en Valdemoro, con la Plaza de las Amazonas al fondo.
Y la triste protagonista del día. Esperanzas tengo de mejorar...
Y esto es cuanto ha dado de si esta salida. El domingo salgo a vuestro encuentro. A esas horas, Lorenzo será más implacable. Le temo.
Un abrazo, compañeros.
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